La escultura muestran una parte importante de la historia del hombre, para homenajear y recordar personajes trascendentales.

Uno de los elementos que se utiliza en este tipo de expresión artística son los troncos secos de árboles, y en San Juan hay un joven que de este entiende y mucho. Se trata de Javier Lepez, quien con tan solo 26 años logró sorprender a los vecinos del departamento San Martín con una escultura del General San Martín tallada en el tronco de árbol talado. Además, Javier tiene como proyecto intervenir en otros espacios y departamentos con sus esculturas.

Hacer arte con un árbol caído es la premisa que cada día moviliza a un estudiante de la licenciatura en Artes Visuales del departamento Jáchal. Su labor es silenciosa, pero su presencia y los frutos de su trabajo son cada vez más visibles.

Se trata de Javier Lepez, tiene 26 años, y es el autor de una escultura que cautivó a los vecinos de San Martín. Allí talló la figura del General San Martín en un tronco de una especie característica de este departamento. Mide un poco más de dos metros de altura y el joven demoró poco más de un mes en realizar la imagen del prócer.

“En realidad nunca se me ocurrió eso hasta que vi la publicación en un diario. Y a decir verdad, me pareció una gran idea”, cuenta Javier, a la vez que da a conocer su intención de “recorrer todos los departamentos, pasar un tiempo y dejar una escultura”.

La imagen del libertador de América tiene la mirada firme, tenaz, con aires de independencia y honor. Está situada frente de la Casa de la Cultura del departamento San Martin, avenida Sarmiento y Godoy Cruz. Javier le dio forma a un árbol que fue talado, y lo realizó solo, sin ayudantes, junto a sus herramientas y su bitácora con el dibujo del prócer.

La escultura del General San Martin fue la primera escultura de una persona que Javier realiza, pues se encuentra en proceso de aprender este oficio. Por medio un intermediario es que llegó a las autoridades del municipio homónimo para presentarles el proyecto y confiaron plenamente en que el joven podía afrontar tal encargo, que fue realizado durante el mes de enero pasado. “Me encuentro muy agradecido con todas las personas que conocí en aquel departamento y me acompañaron en ese caluroso verano”.

Si bien el puntapié inicial lo dio con la escultura del prócer en San Martín, puesto que el departamento carece de un monumento a su persona, el artista pretende poder lograr intervenir en otros espacios con esculturas y figuras en otras instituciones y otros departamentos.

Al respecto de la elección de troncos secos como materia prima para sus obras, Javier explica que las esculturas que realizan son de madera debido a que está familiarizado con ese material. Desde chico acompañaba a su papá a buscar leña. Así fue aprendiendo las cualidades de cada madera del departamento Jáchal, como el álamo, el sauce, el eucalipto y el algarrobo, que son las maderas con las que trabaja el joven.

“Estos árboles si o si tienen que estar secos, porque cualquier escultor o artesano sabe bien que para trabajar en la madera, esta tienen que estar totalmente seca por el hecho que si aún están verde se corre el riesgo de que se agrieten al irlas tallando. También por el hecho de que no es correcto andar cortando árboles verdes solo para hacer una escultura”, expresa.

Para iniciar el proceso creador de una escultura, Javier explica que depende de la obra que se desea realizar y del tamaño del tronco. “Para hacer una escultura de grandes dimensiones es necesaria y bastante tediosa la primera parte, que consiste en sustraer todo el exceso de madera hasta que quede más o menos el bulto redondo, siempre es necesario dejarle un margen de error. Luego ya cuando se comienza a ver las proporciones de la figura resulta más fácil y más entretenido. Así se le va desgastando poco a poco hasta que por último se comienza a detallar. En todo este proceso voy variando de herramientas. Suelo utilizar la motosierra para la primera parte y gubias para el final”.

Sobre la importancia de llegar con la cultura hacia la sociedad sanjuanina, el artista considera que sería importante descentralizar las intervenciones y llevar este tipo aportes a departamentos más alejados, pues están en más contacto con este tipo de materiales y expresiones. “Pienso que la mejor forma de que la gente se interese en el arte, es a través de este tipo de experiencias, es decir, que convivan con los diferentes momentos de la creación de la obra, y no solo hacer un molde y llenarlo de algún material para tan solo plantarlo en una plaza y que la gente no tenga idea de cómo se hizo”.

Por el momento, centra su tiempo para dedicárselo al estudio, aunque de vez en cuando realiza algunos encargos. “No descarno nada, quisiera seguir recibiendo encargos así de importantes y seguir perfeccionándome. De hecho, ya me hicieron varios encargues de ese tipo pero aún estoy tratando de equiparme con todas las herramientas que necesito”, concluye Javier Lepez.

Fuente: Diario Móvil

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