El senador provincial Sergio Flinta estuvo en el programa de Equipo de Noticias donde analizó las PASO y la realidad política del país.
El referente de la UCR opinó que las PASO son internas dentro de una misma alianza, se desvirtúa porque termina teniendo una envergadura de elección general. Se dan ganadores y perdedores dentro de una misma alianza y eso no es así.
“Las PASO se da porque obligan a competir dentro de una misma alianza aún cuando haya candidatos únicos”
Además, Flinta calificó al gobierno como precario que está por el suelo, cuando quizá haber perdido una PASO por 3 o 4 puntos podría haberlo dado vuelta. Generó una implosión dentro del gobierno una lectura de una elección interna.
Destacó el legislador que el gobierno no va a ganar una elección general por el contexto económico, político y social que es grave.
El país está atravesando una crisis crónica.
“El gobierno no convoca a nadie, dirime sus cuestiones por cartas en donde la vicepresidenta le da instrucciones al presidente y este es un país que no tiene futuro”, expresó.
Asimismo, añadió que el gobierno nacional está muy mal, los candidatos que lo representan padecen esa precariedad de la gestión de Alberto Fernández
En lo local, Flinta mencionó que jamás hubo un conflicto que lleve a una ruptura entre Ricardo Colombi y Gustavo Valdés
“Se consolida el liderazgo de Gustavo Valdés y la proyección de Valdés a nivel nacional es decisión de él, pero su responsabilidad es gobernar la provincia”, aclaró.
“Al lograr este triunfo, nos sentamos a pensar como vamos a gobernar con responsabilidad sabiendo que se avecina un escenario problemático, que el gobierno nacional no tiene cartas para jugar en la inmediatez y salir de esta crisis, sino todo lo contrario”, dijo.
Repartiendo platita se podrá mejorar una elección pero no se resuelven los problemas de un país.
“Acá se consolida un modelo de un no esfuerzo, del no trabajo y es difícil salir y eso se sale entre convocando a todos”, adujo.
Por último, delegó responsabilidad en el Papa Francisco, quien, según Flinta, debería haber tenido un acto que convoque a los argentinos a sentarse a discutir los problemas.