El Gobernador Gustavo Valdés mantuvo una charla distendida con el equipo de diarioepoca.com, a través de un ping pong de preguntas y respuestas sobre aspectos rutinarios y familiares. En la ocasión, se muestra al Mandatario desde un lugar más ameno.

La cita fue a las 8, frente a la costanera y junto a una vista privilegiada del río que nos acuna. El Gobernador Gustavo Valdés recibió en su residencia oficial al equipo de diarioepoca.com y se atrevió a responder un ping pong de preguntas y detallar su rutina diaria.
La mañana comenzó con un fresco de 11 grados de sensación térmica. Abrigado con un suéter azul, Valdés abrió las puertas de la “residencia uno” con una sonrisa en el rostro y un gesto que invitaba a entrar.

Mientras se acomodaban los trípodes, la cámara y las luces, Valdés aprovechó para pedir que preparen el mate, en tanto una rápida hojeada a la residencia daba la impresión de un hogar cálido, cuya armonía se componía de tonalidades marrones, caoba, beige y azul, acompañado de detalles plateados, cristales y bronce. Pese a tener alrededor de seis cuadros, pinturas de paisajes correntinos, dos fotografías llamaron en especial la atención.

La primera está ubicada en la entrada de la casa, en una pequeña mesa decorada con un discreto, pero apropiado arreglo floral. Se trata de un pequeño portarretrato plateado que enmarca la imagen de la asunción del Gobernador en compañía de su familia (su esposa Cristina, y sus tres hijos, Milagros, Manuel y Gustavo).

La otra imagen está en la sala, un lugar cuyo ambiente contiguo es un comedor, y que en sí se compone de una mesa de caoba con sus respectivas sillas, y un aparador con la cristalería. Volviendo al living, ubicado en la esquina derecha se encontraba una mesa vidriada que albergaba una cajita de madera, una vasija, una figura y la imagen de su asunción. Esta vez solo, o casi, lo acompaña una sonrisa enorme en el rostro, la banda, el bastón ceremonial, y los colores de nuestra Patria.

Entre la alfombra, los muebles y los cuadros, en el centro de la sala se distingue una mesa ratona, donde ubicó su mate, cuya base de vidrio proyecta la imagen de seis libros cuidadosamente acomodados. Curiosamente, la variedad se compone de títulos como “Argentinos con fuego sagrado” de Claudio Federovsky, “Greece all time Classic” y “Corrientes siglo XXI”.

Si bien la entrevista principal se desarrolló en la descrita sala, coronada por un cuadro que retrataba a un gaucho a caballo atravesando el Estero del Iberá, el equipo de la web seleccionó el espacio que daría contexto a los videos que podrán encontrar en las redes sociales de este medio.

Se trata del patio trasero de la casa, cuyo ventanal proyectaba el día hermoso que transcurría ese viernes 11. Más distendido, después de concluir la charla sobre los temas políticos programados con los periodistas de dicha sección, Valdés se trasladó al sillón acomodado en el exterior, cuyas almohadas serigrafiadas en su centro sirvieron de composición a este encuentro.

Con los pajaritos cantando de fondo, después de degustar dos chipacitos que reanimaron al Gobernador, comenzó el dialogo con diarioepoca.com, en el que detalló que su jornada inicia “con mi despertador sonando en mi celular, a veces siete menos cuarto, y a veces a las siete”.

Ahí empieza con su ritual “no tan obse (obsesionado)” para preparar su mate, tomando los recaudos de no quemar ni lavar demasiado la yerba Playadito que consume. Mientras, Valdés comenta que comienza “a leer los diarios, a informarme. Trato de ir informado a la oficina para comenzar a atender rápido”.

Consume canales locales y provinciales, “después por Twitter, buscando distintos medios de comunicación para ver qué es lo que dicen”. Luego arranca su momento más esperado del día “ir a la oficina”.

El mandatario comenta entre tanto que le gusta la tecnología, “hay que dedicarle tiempo a los programas y eso, pero lo utilizo bastante”. Afirma utilizar mucho el celular, “cuando no estoy con mucha gente si, después generalmente cuando vengo de la oficina comienzo básicamente a revisar mi teléfono, sobre todo después de la gira”. “Estar permanentemente con las personas hace que no puedas estar con el celular, pero cuando te quedas solo comenzás a agarrar de nuevo, es el nuevo chupete electrónico” concluye entre risas.

¿Es de consumir plataformas de contenidos a demanda?

Si, por supuesto, a full. La que no use todavía es, bueno por una falta de tiempo, la plataforma que compite con Netflix. Pero si, por ahí miro series. Me cuesta mucho más que a todos porque miro 15 0 10 minutos y me duermo, después tengo que rebobinar, porque se va para adelante. Me lleva más tiempo, volver a ver hasta donde miré es todo un proceso, pero generalmente miro, algunas series voy mucho más lento que todo el mundo, pero voy.

¿En este momento está mirando alguna en especial?

Terminé de ver el último capítulo de Lucifer, que era algo que me gustaba mucho la serie, muy buena, y ahora estoy en la segunda temporada de The Crown.

¿Tiene mascotas?

Si, tenemos acá en la casa. Tengo una hija que estudia veterinaria así que tenemos todo tipo de mascotas, como dos perros y tres gatitos.

¿Haría una cuenta en redes sociales para sus animales como el presidente Alberto con su perro Dylan?

No, no. Too much.

¿A qué hora termina su jornada laboral?

(suspira) Bueno, depende porque tenemos recorte. Yo estoy haciendo ahora horario corrido. Atiendo hasta las 15 horas, a veces hasta las 16. Después descanso un ratito, hago gimnasia, y en la noche seguimos haciendo otro tipo de reuniones, siempre políticas por supuesto.

¿Tiene un día favorito?

(entre risas) Si, como todos. Es viernes y siempre el cuerpo lo sabe.

La familia

En esta parte de la charla, luego de risas y respuestas animadas, rápidas y concretas, Valdés reflexionó sobre ciertos aspectos de su vida, y respondió a nuestros interrogantes de la siguiente forma:

¿Hay algo que extrañe durante la semana por ejemplo?

Si, estar tranquilo en la casa siempre, pero uno tiene la obligación de salir a trabajar, no es algo que se haga por naturaleza.

¿Cuál cree que fue su mayor sacrificio para llegar a dónde que está hoy?

La familia. Uno para llegar a donde llega sacrifica muchos días de estar afuera, y vas perdiendo relación, eso es complicado, pero uno trata de recuperar la relación con sus hijos.

Así como su sacrificio ¿qué fue lo más lindo como Gobernador?

Bueno, al llegar uno se da cuenta de que después de tanto tiempo, después de 30 y pico de años de trabajar, de salir a pegar un cartel en un pueblo, en una ciudad del interior, como lo hacíamos en el 83´ que cumplíamos un rol de adherente al partido político, llegar a gobernador la verdad que es un honor, y me lo confirió el radicalismo y el pueblo de Corrientes.

¿Cómo fue el momento en el que tomó conciencia que fue electo Gobernador de Corrientes?

Cuando comencé a abrir las urnas. Te das cuenta de que los números te están dando y que estás llegando, y la verdad es que es un momento de gran alegría. Que confíen en uno la verdad que es muy bueno.

Tiene en su sala el retrato de su asunción, ¿es su foto favorita?

Si, es una de las fotos que me gustó mucho y que realmente la disfruté mucho. Por supuesto con mucha emoción, a partir de ahí comencé a ver qué es lo que podía hacer, como lo iba a hacer, te preguntás qué es lo que tenes que ir cambiando y la verdad que es muy lindo poder representar al millón de correntinos.

Y a usted, Gustavo Valdés, ¿qué le representa esa foto?

Es el recuerdo de un gran momento. Por supuesto fácil es llegar, lo difícil es mantenerse, uno tiene que estar siempre muy atento, trabajar muchísimo. Ya vendrá el momento para el descanso, la distensión, después de que pase el mandato de gobernador, claro.

Tuvo una influencia política desde muy pequeño ¿alguna vez soñó hacer algo distinto?

No (contundente). Desde muy chico yo sentí esa vocación, y sobre todo a mí me golpeó, digo “me golpeó” porque me emocionó verlo a Raúl Alfonsín. Fue en octubre del año 1983, en una calle de Ituzaingó, me acuerdo de que era un medio día. Hablaba de lo que tenía que ser el país. Por supuesto que ese discurso yo no entendía absolutamente nada, de qué era lo que decía, porque nosotros vivíamos en una dictadura militar, es más, era un país que pintaba como que era casi imposible hablar de libertad, hablar de democracia, de elección de autoridades por parte de la gente, era algo realmente muy complicado y, sin embargo, se dio las garantías constitucionales. Realmente hicieron una garantía para los ciudadanos cuando por entonces no se cumplía la Constitución, cuando no se respetaban las libertades individuales, cuando había desapariciones. Todo eso realmente me sirvió mucho. Raúl Alfonsín es un líder político al que lo sigo y lo seguí siempre.

La última postal de aquel día fue la salida de Valdés, traje en mano y bolso en el hombro, rumbo a su camioneta en lo que sería y fue su gira por el interior. Cristina, desde la puerta del hogar, despidiéndolo.

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