Será el sábado 29, entre las 16 y las 19 y contará con apoyo municipal. Se armarán dos equipos, Rojo y Azul, para más disfrute de los participantes. Quienes quieran sumarse, solo debe acercarse al parque con ganas de jugar y un distintivo del color del bando que quieran integrar.

El Carnaval de Agua tendrá su quinta edición en el parque Mitre el sábado 29 de febrero, entre las 16 y las 19. El festejo popular viene realizándose casi ininterrumpidamente desde 2013, aunque fue en 2014 cuando se decidió convertirlo en algo más organizado.

Como ya es tradición, los participantes se dividiran en dos equipos, Rojo y Azul, para jugar a lanzarse agua con baldes, globitos o juguetes para tal fin. Para quienes solo quieran llegar a mirar, también habrá lugar, ya que los participantes se comprometen a mojar sólo a quienes expresen su deseo de jugar. Siempre la idea de los organizadores es divertirse, no dañar, por lo que esto es algo fundamental del reglamento.

El evento tendrá el apoyo del Municipio por segundo año consecutivo, por lo que habrá música durante las horas de juego y una ambulancia para brindar asistencia médica en caso de ser necesario. Además, intervendrá la Dirección de Tránsito para impedir el ingreso de vehículos al parque durante las horas de juego.

Las Reglas

Las zonas de canillas son lugares de bandera blanca, neutrales, por lo tanto no se puede atacar a nadie en estas zonas.

Seamos ubicados. El parque es un lugar público y no todos van a estar participando, muchas familias estarán por otros motivos o llevarán a sus hijos a conocer lo que es el carnaval de agua. Además, queda prohibido tirar chupitas o mojar a personas mayores, niños pequeños y aquellas personas que tengan cámaras de foto o filmadoras que se estén ocupando de registrar el evento o cualquier persona que no demuestre intención de participar.

Como van a estar jugando también los menores, se pide a los padre y más grandes que estén atentos para que no pase ningún contratiempo. Cuidémonos entre todos para pasar una linda tarde.

Además de las chupitas (globos de agua), también se pueden utilizar pistolas de agua o cualquier elemento para mojar que no haga daño.

Queda prohibido inflar las chupitas con cualquier cosa que no sea agua o de alguna forma que cause dolor, por ejemplo: manzanita. En caso de uso de pistolas de agua o nieve, no tirar a los ojos. La idea es divertirse.

No está permitido escudarse detrás de cualquier auto o camioneta que estén estacionados, para evitar cualquier daño al vehículo.

Si ven que algún participante no está cumpliendo o no se comporta como debe, por favor denle un llamado de atención, en caso de que no entre en razón hable con los demás participante para tratar de ubicar a la persona.

Muchas personas llevan baldes y los dejan a disposición de los participantes, al finalizar del carnaval, si están en posesión de algún balde ajeno, entréguenlo a su correspondiente dueño.

Está permitido ir disfrazado, pintado o de algún modo llamativo, siempre y cuando se puede identificar con un equipo.

La historia del evento

En 2013, un grupo de vecinos armó un evento en Facebook convocando a jugar al carnaval de agua en la costanera Sur. La idea, que apelaba a la nostalgia de la infancia, entusiasmó a mucha gente, aunque solo una veintena de personas desconocidas se juntaron en el punto indicado para jugar.

Sin embargo, debido a la amplitud de la zona y a que no había facilidad para conseguir agua en ese momento, el juego se tornó dificultoso. Pese a esto, el entusiasmo no disminuyó y varios de los participantes quedaron en contacto y se comprometieron a repetirlo al año siguiente.

En 2014, otro grupo de vecinos (algunos participantes del juego del año anterior) tomó la posta y decidió salvar las dificultades que tuvieron en 2013. Propusieron cambiar de lugar, hacerlo en el parque Mitre y poner una serie de reglas para que fuera más claro el juego. También se armó un grupo en Facebook y mucha gente se mostró entusiasmada, al punto que la convocatoria se transformó en noticia y llegó a los medios de comunicación.

A partir de entonces, el evento se realizó de forma ininterrumpida por tres años. Hubo un impás en el 2017 y volvió a realizarse en 2018.

En 2019 el evento dio un salto organizativo, ya que por primera vez la Municipalidad apoyó formalmente la convocatoria. Se brindó apoyo logístico a nivel tránsito y asistencia médica, así como parlantes para poner música y un escenario donde se realizó un recital tras el juego. Fue el año que más participantes tuvo desde el inicio de la tradición.

Los organizadores esperan repetir este año nuevamente lo vivido en 2018, cerrando febrero jugando con agua como en la infancia en los barrios de la ciudad.

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