Con la llegada del frio, suelen aparecer algunas dudas, como por ejemplo, si debemos ajustar o no el tipo y la cantidad de alimento. Aquí, las respuestas de los expertos.
El invierno ya está entre nosotros y nada mejor que mantener a nuestras mascotas contentas en esta época del año donde se presentan a menudo una serie de dudas. Expertos veterinarios dan aquí algunas pautas sobre alimentación, ejercicio y las actividades recomendadas para hacer con los animales
1. ¿Cuántas horas por día es recomendable que el perro realice actividad física?
El tiempo depende del tamaño del perro, de su edad y su estado físico. “Animales jóvenes, razas pequeñas y tranquilos 15 a 30 minutos 3 veces x día. Perros jóvenes, razas medianas podrían hacer actividad 45 a 60 minutos 2 a 3 veces en el día. Perros jóvenes, razas deportistas, grandes. y muy activos 60 a 120 minutos 2 a 3 veces por día. En los adultos los tiempos pueden variar según el estado del animal. Es conveniente en los días de frio ajustar la rutina de ejercicio del perro acortando los tiempos de salidas y paseos. De igual modo variando estos tiempos según, edad, tamaño, y raza. También es conveniente repartir el ejercicio en 2 a 3 veces por día, dependiendo del nivel de entrenamiento”, dice la médica veterinaria Graciela Sterin, especialista en fisiatría en pequeños animales y presidente de Agrupación Ibero-Americana de Fisiatría Veterinaria (AIFISVET)
2. ¿Qué beneficios podría aportar la actividad en conjunto perro-humano? ¿Hay algún investigación sobre si esto mejora la relación entre ellos?
La veterinaria, Estefanía Maurizio, especialista en Comunicación Científica de Eukanuba, sostiene que la actividad física regular provee grandes beneficios:
– Mantiene el peso corporal óptimo.
– Favorece la composición corporal magra (músculos) sobre la grasa.
– Provee bienestar mental y contribuye a mejorar los vínculos sociales.
– Promueve la salud de los sistemas osteoarticular, respiratorio, cardiovascular e inmunitario.
En particular, cuando los perros llevan una vida activa junto a sus familias, desarrollan vínculos fuertes y positivos, potenciando nuestro propio bienestar físico y emocional, así como el desarrollo cognitivo, educativo y social en el caso que haya niños en la familia
3. Con el frío, ¿hay que ajustar el tipo y la cantidad de alimento que se le da al perro?
El tipo de alimento y la cantidad que se le deba administrar a un perro dependerá de factores propios del perro (edad, raza, tamaño), el tipo y cantidad de actividad que realice, y también de factores externos. “Todos estos factores modifican las necesidades o requerimientos a satisfacer mediante la nutrición, principalmente a través de la cantidad de energía que aporta para que el perro pueda, por ejemplo, crecer, reproducirse, las funciones de su organismo, ejercitarse, y mucho más”, dice Maurizio
Y agrega: “De los tres tipos de factores, el ambiental suele algo menos determinante en la cantidad de nutrientes -y de alimento – que el perro necesita, pero siempre dependerá de qué tan extremas son las condiciones y de qué tan preparado está el perro (acostumbramiento, pelaje, tipo corporal). Ejemplos particulares de factores ambientales son la temperatura y el nivel de humedad, y si el perro se encuentra realizando actividad física, también podrían mencionarse el viento y la superficie del terreno”.
4. ¿El perro se termorregula?
Con respecto a la temperatura, el perro destinará una proporción de su energía a un proceso conocido como “termorregulación”, o mantenimiento de la temperatura corporal. Frente a las bajas temperaturas ambientales, los perros necesitan conservar su calor corporal, y en casos más extremos, generarlo (por ejemplo, tiritando). Este tipo de proceso puede aumentar sus necesidades de energía en un 20 – 40%, si alcanzamos temperaturas cercanas a los 0 °C. Debemos considerar también el tiempo que pasará cada perro a la intemperie en esas condiciones, si tiene espacio al reparo, etc.
“La influencia de estos factores no es la misma en todos los perros, por lo cual es importante observar al perro y, en especial, su condición corporal, para detectar cambios. No hay una regla que aplique a todos los perros por igual, por lo cual, ante cualquier duda, o si notamos que el perro está perdiendo peso o parece estar algo más magro que lo habitual, recomendamos consultar con el veterinario de cabecera para evaluar un aumento en la ración diaria que le permita contar con la energía suficiente para afrontar estos cambios climáticos”, explica la veterinaria
5. ¿Cómo influye la alimentación en la actividad de mi mascota?
La nutrición es la encargada de aportar al organismo del perro los nutrientes específicos que este necesita para sus procesos normales y su actividad. “Las necesidades nutricionales del perro van a variar en el tiempo, de acuerdo con factores propios, ambientales, y el nivel de actividad que realice. Por lo tanto, es de esperar que, a lo largo de su vida, tengamos que asesorarnos y modificar el tipo o cantidad de alimento que le ofrecemos, para acompañar estos cambios”, dice Maurizio.
El nivel de actividad, que puede resumirse en el tipo de esfuerzo y el tiempo y frecuencia con que lo realiza, puede modificar ampliamente las necesidades nutricionales y de energía. Tan importante es la nutrición para los perros activos que, junto con la genética de cada perro, el entrenamiento y la relación con su tutor o entrenador, se la considera un factor clave determinante para el éxito de los perros que realizan actividades de alto rendimiento o en nivel competitivo.
“Salvando las distancias, lo mismo ocurre con los perros de familia que realicen actividad física regular, como salir a correr con sus tutores dos o más veces en la semana. Una nutrición completa y balanceada específicamente para perros activos puede brindarle los nutrientes y la energía que necesita para el trabajo físico y mental, previniendo lesiones, mejorando la recuperación, y colaborando con los demás pilares para que poder desarrollar la actividad de forma segura y saludable a lo largo del tiempo”, aporta la veterinaria.
Fuente: Infobae