“Nos moviliza la impotencia porque en este tiempo de pandemia se notan más que nunca las desigualdades”, dijo Roque docente de la Escuela de Chucalezna, en Uquía, Jujuy.

La pandemia y la nueva modalidad de educación, dejó al descubierto más que nunca la desigualdad tecnológica que existe dentro de un mismo territorio. Este es el caso de los niños de Uquía que actualmente no pueden recibir sus clases virtuales porque no cuentan con computadoras ni internet.

El pasado fin de semana con la apertura del turismo local, un docente de la localidad de Uquía aprovechó para poder viajar a distintos pueblos de la provincia, pero no con la intención de pasear y despejarse, sino más bien para acompañar a sus alumnos y brindarles clases presenciales. Bajo un estricto cuidado y con barbijos de por medio, Roque recuperó las jornadas perdidas por la cuarentena.

“Lamentablemente mis chicos no tienen acceso a internet, no tienen computadoras ni señal, así que nos estamos valiendo con la cartilla del Gobierno”, detalló en un principio a medios nacionales el maestro de la Escuela ubicada en el paraje Chucalezna.

Posteriormente, consultado respecto a por qué lleva a cabo esta tarea dentro de la pandemia, Roque no dudo en destacar que su actitud esta estrechamente ligada a reducir la brecha digital que se presenta en la provincia, como así también en todo el país:

“Nos moviliza un poco la impotencia en este tiempo de pandemia donde se notan más que nunca las desigualdades y más con los chicos”

Por otra parte, el maestro destacó que durante estos meses trataron de adaptarse y enviar copias a los domicilios de los estudiantes para que les llegue el material y puedan continuar desarrollando sus actividades.

“Ahora que se abrió el turismo me vengo un ratito y acordamos encontrarnos. Por ahora estoy con 3 alumnas, pero en estos días me traslado a ver a otros alumnos”, agregó y seguido puntualizó: “la impotencia me mueve a mí, me pongo en el lugar de ellos y tienen mucha frustración los chicos”.

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