Con ellas se aprende de responsabilidades, cariño, respeto. ¿Cuál es la edad ideal para que tengan un perro?

Los perros son considerados los mejores amigos del ser humano por ser fieles, protectores, cuidadores y cariñosos, sobre todo con los pequeños de la casa. Además de ser excelentes compañeros de juego, los niños que conviven con perros tienden a desarrollar mayor sentido de responsabilidad, así como la empatía, amor y respeto no sólo a los animales, si no a todas las personas en general.

Según un estudio realizado por la Fundación Affinity, los beneficios en el desarrollo infantil se traducen en una oportunidad de aprender sobre responsabilidades, cariño, respeto y comunicación. Además, juegan un rol aún más importante, ya que contribuye en el desarrollo educativo y social, aumenta el autoestima y mejora la integración social.

Las mascotas también representan un soporte emocional, por lo que el primer concepto que asocia la mayoría de los pequeños con sus perros es el de “cuidar”, seguido de “jugar” y “alimentar”.

“Un perro es un gran compañero que requiere cariño, ejercicio y disciplina. Incluir a una mascota en la dinámica diaria de los niños permite que los valores que aprenda en su relación con un perro, los puede extrapolar después hacia otras personas, mejorando su proceso de socialización”, detalló Eduardo Baer, cofundador de DogHero.

Para lograrlo, es necesario reconocer que el proceso de educación y adaptación entre hijos y cachorros necesita del acompañamiento de los padres, requiere delegar responsabilidades conforme a su edad, e inculcar el respeto y la empatía en el niño, al vincularlo a las responsabilidades de sus mascotas.

La edad ideal para tener un perro

Antes de los 3 años. Los niños se encuentran en una etapa de desarrollo inicial y autoconocimiento, por lo cual aún no están preparados para ver a una mascota como una responsabilidad, sino que las consideran más bien como un juguete.
A partir de los 4 años. Los niños podrán encargarse de algunas tareas, como alimentarlos y limpiar su casa. Las mascotas que requieren menos atenciones, como un gato, una tortuga o un hámster, son las recomendadas para esta etapa de los pequeños.
Entre los 7 y los 11 años. Están en condiciones de realizar tareas más complejas y que implican mayor regularidad como cambiar el agua del bebedero, medir la dosis diaria del alimento, lavar su plato, bañarlo y cepillarlo.
A partir de los 12 años. Los pequeños pueden hacerse cargo de los cuidados diarios de su mascota, además de responsabilizarse por pasearla y tener las primeras nociones de sus visitas y cuidados con el veterinario.

 

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