Magdalena junto a su hija.

Magdalena Leguizamón, la mujer de 67 años a la cual le amputaron la pierna equivocada en el Nuevo Sanatorio de Berazategui, murió este martes a la noche tras descomponerse y sufrir un paro cardiorrespiratorio.

Así lo confirmaron a Clarín fuentes del Sanatorio Güemes, de la Ciudad de Buenos Aires, a donde había sido trasladada de urgencia en las últimas horas y en donde falleció cerca de las 22.

Leguizamón, que padecía una diabetes avanzada que hace 10 años le hizo perder la vista, estaba internada desde el martes 16 de julio en Berazategui por una infección en el cuarto dedo del pie derecho, por lo que se decidió hacerle una amputación al día siguiente.

Pero como la infección siguió avanzando, el domingo 21 le comunicaron a la familia que debían amputarle toda su pierna derecha. Finalmente, el lunes alrededor de las 19 el traumatólogo Gonzalo Cardozo le amputó por error la extremidad izquierda.

“Yo amputé la pierna que me dijo Rico”, aseguró el médico, apuntando al cirujano vascular Rafael Rico Núñez, quien había firmado la derivación al quirófano. Ambos están acusados por “lesiones culposas”.

Tras la fallida intervención, la jubilada fue derivada a un centro médico de Quilmes donde le realizaron estudios para evitar que debiera volver al quirófano y le cortaran la extremidad que inicialmente debían operar.
“Van a evitar la amputación. Al menos por un tiempo mamá va a estar fuera del quirófano y evitar la pérdida de las dos piernas. Ella sabe a medias lo que pasó, siempre tomó todo con calma”, había asegurado su hija, Mayra Fernández, en sus últimas declaraciones al portal de La Plata La Noticia 1.

El caso se encuentra bajo una investigación que instruye la Unidad Fiscal de Investigación Judicial Nº 7 de Berazategui, que días después de lo ocurrido con Leguizamón recibió otras once denuncias por mala praxis contra la clínica.
El 24 de julio, la fiscal Karina Santolín secuestró la historia clínica de Leguizamón durante un allanamiento que se realizó en la clínica de Berazategui.

A su vez, el PAMI decidió suspender “de manera preventiva” todas las cirugías traumatológicas programadas en el lugar de afiliados a ese organismo e inició un proceso de investigación interna en el que, entre otras medidas, “se le exigió al sanatorio la presentación inmediata de toda la documentación médica relacionada con el caso en cuestión, a fin de determinar las responsabilidades del prestador”

 

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