La joven de 21 años lleva nueve días sin comer. Solo toma agua y se niega a ingerir alimentos como protesta porque no puede recibir visitas.

Nahir Galarza cumple hoy jueves el noveno día sin comer en Unidad Penal Número 6 de Mujeres de Paraná, Entre Ríos.

Sólo toma agua y bajó mas de ocho kilos. La huelga de hambre le genera mareos y está más débil. Pero, asegura, le afecta más no poder ver a sus padres y a su hermano hace ya 54 días.

Tanto Marcelo Galarza como Yamina Kroh están muy preocupados por la salud de su hija. Pese al reclamo, en medio de la pandemia del coronovirus, no hubo respuestas.

“Nadie se ocupó de ella, nadie fue a verla. Ni de los organismos de derechos humanos. Es una discriminación, como si lo que pide fuera un capricho y no un derecho e hicieran la diferencia con ella”, dijeron sus padres.

El martes fue el cumpleaños de Marcelo Galarza, quien pudo comunicarse con ella. “Fue difícil, mis cumpleaños siempre fueron con mi esposa y mis hijos, pero todo es duro. Todo lo que se ha pedido judicialmente ni siquiera se contempló, como si hubiera una condena de antemano. Está su vida en riesgo”, dijo angustiado.

Las visitas fueron postergadas como en todas las cárceles del país para evitar el riesgo de la transmisión del COVID-19. En varios penales, Devoto y Melchor Romero, por ejemplo, hubo violentos motines originados por la extraña situación que se vive por el virus.

“Hablamos por teléfono, la notamos muy débil. Más allá de que la asiste un médico, lo que sentimos es que nadie se ha preocupado por lo humano. Siempre fue así en la Provincia de Entre Ríos. Hace dos meses que no nos vemos. Ella lleva dos años procesada sin condena firme. No puede estar más de ese tiempo detenida sin sentencia firme”, agregaron.

También destacaron que esos tiempos judiciales están agotados. “Psicológica y emocionalmente esto la está afectando. Ella está muy aferrada a nosotros. No le hace bien todo esto. Y como ha dicho su abogado, no hay riesgo de fuga, tiene buena conducta y arraigo porque estudia Psicología… Sin embargo, detenidos femicidas y violadores fueron liberados en algunas cárceles del país. Hay desigualdad”.

La joven de 21 años, condenada a perpetua por el crimen de Fernando Pastorizzo, ocurrido el 29 de diciembre de 2017, firmó un acta en la que deja constancia de su decisión. Todos los día le toman la fiebre, la presión arterial y la pesan. “Hay días en que es la única requisada, eso es injusto”, se quejan sus padres.

Hasta la cuarentena Nahir estudiaba Psicología, no tenía novio y pasaba sus días leyendo y escribiendo poemas.

“Del mismo modo que al penal entran muchas personas, entre ellas la psicóloga, el personal penitenciario, la profesora de educación física, y no se toman recaudos, a las visitas pueden ponerle barbijo y tomarle la temperatura”, argumentaron en el acta las detenidas, dado que Nahir lideró la huelga, que será mantenida hasta que “haya una solución o respuesta favorable”, pero también participan otras detenidas.

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