#MasLucesMenosRuidos es la campaña que busca sensibilizar a la comunidad para evitar el uso de pirotecnia durante las fiestas de fin de año.

Con la llegada de Navidad y Año Nuevo, comienzan los festejos con fuegos artificiales. Si bien el consumo bajó notablemente, algunos siguen celebrando con pirotecnia afectando a niños y adultos con autismo.

La iniciativa de un grupo de padres apunta a la instalación de arbolitos azules (o cualquier adorno navideño de ese color) en los hogares donde hay personas con autismo para que los vecinos estén notificados y no tiren pirotecnia. Es un forma de concientizar sobre el sufrimiento que provoca el uso de pirotecnia sonora en las personas con autismo.

El color azul es el símbolo de las personas con autismo y cualquier adorno de ese color en la puerta de una casa significará que allí pasará las fiestas una persona autista. Tanto los niños como los adultos tienen hipersensiblidad auditiva, sufren sudoración y taquicardia y entran en un estado nervioso crítico.

 

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