Se trata de una mujer de Santo Tomé, Silvana Fernández y su hijo de 35 días que debieron trasladarse al Hospital Pediátrico Juan Pablo II. Luego de que ambos permanecieran internados y aislados durante cinco días allí retornaron a su domicilio el lunes 19 de octubre.

La madre del bebé, por medio de una publicación que realizó en su cuenta de Facebook, contó que durante los días que permaneció en el Juan Pablo II, no mantuvieron contacto con el exterior, además asegura que los profesionales de la salud usaron todas las medidas de protección sanitaria y que ella nunca se sacó el barbijo.

Cuando llegó a Santo Tomé, Silvana decide aislarse por su cuenta a pesar que desde el Comité de Crisis le dijeron que “no era necesario”.

El sábado último, Fernández se comunicó con el comité sanitario para avisar que su bebé estaba con dolor de garganta y fiebre, y ella con malestar estomacal.

Ante esta situación, los médicos les pidieron a Silvana que se acerque con su hijito al hospital de Santo Tomé, donde le dijeron que el menor “tenía fiebre por su garganta roja” y que lo de ella era “una descompostura por comida”.

Al siguiente día, por la noche, la mujer tuvo que acudir de urgencia al hospital por una hemorragia de útero que, según afirma Fernández, es a causa de la cesárea que le practicaron hace 45 días atrás. Previo a ingresar al quirófano, le hicieron un test rápido que arrojó resultado negativo para coronavirus, pero el hisopado que fue enviado a Corrientes, y que tuvo el resultado ayer martes, determinó que contrajo COVID-19.

“En el día de ayer (por el lunes) las enfermeras sin saber todavía mi resultado y al estar aislada dentro del hospital, no quisieron acercarse. Estuve alrededor de 11 horas sin nadie que me venga a cambiar el suero, ponerme medicamentos ni siquiera me acercaron comida, con la excusa que tienen miedo al contagio”, relató Silvana sobre la situación que le tocó padecer en el centro de salud que estuvo internada.

En el posteo escribió: “Tengo que aclarar porque tuve que escuchar a médicos puteandome, porque ellos en urgencia no tenían la vestimenta sanitaria adecuada en plena pandemia, sabiendo que cualquiera puede tener el virus. También fui discriminada por volver de la ciudad de Corrientes por enfermeras que no quisieron arrimarse a la habitación”.

“Soy una persona y me contagie de una enfermedad que cualquiera puede contraer. Basta del trato deshumanizado, nadie es inmune”. Con esas palabras, Silvana cerró su publicación que generó más de 300 compartidas y cerca de 100 comentarios para manifestarles apoyo a ella y a su hijo.

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