Todos los asistentes son sospechosos de tener la enfermedad.

Un grupo de más de 80 personas permanece aislado en la ciudad de Lobos, luego de haber participado de un velorio clandestino al que asistió una mujer que estaba enferma de coronavirus.

La paciente de 72 años vive en el Barrio República y permanece internada en el hospital local, donde hasta el momento se había registrado un solo caso de Covid-19 detectado a principios de la cuarentena obligatoria por la pandemia.

Según informaron recientemente las autoridades sanitarias del distrito, ya son 84 las personas que están aisladas y en observación, aunque se solicitó que todos los que hayan tenido contacto con la paciente entre 10 y 15 días antes al 22 de mayo y no estén bajo protocolo, lo hagan saber de inmediato.

En conferencia de prensa, la directora del Hospital, María Silvia Capponi, y los doctores Alejandro Brigante y Natalia Domínguez aclararon que la anciana enferma evoluciona en forma favorable y que los aislados también gozan de buena salud.

Solo una persona tuvo algunas líneas de fiebre en los últimos días, por lo que ya fue hisopada y en los próximos días se conocerá el resultado del test.

“Estamos haciendo la averiguación de cuáles fueron los posibles orígenes, sabemos que hubo transgresión a la cuarentena, y pese a tener identificados a los posibles transgresores, es muy difícil determinar cuál fue el portador, por eso es fundamental estar atentos a cada uno de los contactos para establecer si alguno de ellos desarrolla síntomas”, dijo además a medios locales Alejandro Brigante.

En base a la reconstrucción que se pudo hacer de los hechos, se sabe que a mediados de mayo la señora asistió a una casa particular donde se llevó a cabo al velorio de su nieto, y que allí también, de manera clandestina, estuvieron otras personas.

“Ese día era un desastre, había como 200 personas en la Iglesia rodeando el coche fúnebre y casi nadie tenía barbijo. Habían cortado la calle y a la noche salieron más de 50 motos en caravana, provocando a la policía”, señaló un periodista local en diálogo con InfoCañuelas.

Aunque el joven falleció el 16 de mayo tras chocar contra un patrullero que se dirigía a atender una denuncia, la paciente recién reportó síntomas el pasado 25 de mayo, día en que la hicieron el hisopado para ver si estaba infectada.

Desde que se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio, los velorios, como muchas otras actividades en grupo, están prohibidos y los familiares deben despedir a los fallecidos en los centros médicos y en soledad.

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