Un laboratorio estadounidense anunció que su vacuna contra el nuevo coronavirus produjo anticuerpos suficientes para neutralizar la enfermedad en los pacientes que recibieron la dosis.

Los resultados, publicados en el New England Journal of Medicine, se desprenden de la etapa inicial de pruebas de la vacuna, llevada a cabo en 45 voluntarios en el mes de marzo.

Según explicaron los científicos involucrados en el proceso, estas personas desarrollaron una cantidad de anticuerpos comparable a la de aquellas personas que superaron la enfermedad de manera natural.

La doctora Lisa Jackson, quien lideró el estudio, indicó que los resultados son “un paso esencial necesario para seguir adelante con los estudios que pueden realmente determinar si la vacuna protege contra la infección”.

Ninguno de los voluntarios reportó efectos secundarios graves. Más de la mitad de ellos sí informaron sobre síntomas similares a la gripe -fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y dolor en el lugar de la inyección- algo que suele suceder con otras vacunas. Los síntomas duraron solo un día, indicaron los científicos, y no revisten una gravedad que implique la necesidad de terminar con los ensayos.

“Sin importar la manera en que se analice, estas son buenas noticias”, aseguró el principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, en diálogo con The Associated Press. Las acciones de Moderna treparon un 16,4 por ciento luego del cierre del mercado en Estados Unidos. El valor de la farmacéutica ha incrementado en más de 300 por ciento este año.

El anuncio tiene lugar el mismo día en el que la compañía farmacéutica anunció que iniciará la tercera y última etapa de pruebas alrededor del 27 de julio. Entonces, las vacunas serán administradas a 30.000 personas en 87 locaciones distintas a lo largo de Estados Unidos.

Los sujetos del ensayo ayudarán a comparar la vacuna con inyecciones de placebo y a evaluar si dos dosis de la vacuna, conocida como ARNm-1273, confirman los resultados del ensayo inicial al producir anticuerpos contra el Covid-19.

A diferencia de las vacunas tradicionales, que inyectan un virus debilitado o inactivo, o un fragmento de virus, para desencadenar una respuesta inmune, el producto Moderna utiliza material genético llamado ARN mensajero para hacer que las células produzcan la proteína espiga del coronavirus.

El tratamiento requiere de la inyección de dos dosis, administradas con un mes de diferencia. Según indicó el estudio, la primera derivó en la generación de anticuerpos, pero fue la segunda la que produjo una respuesta inmune significativa.

El gobierno de Estados Unidos espera tener los resultados de la última etapa de ensayos para finales de este año. De efectivamente suceder, representaría un récord de velocidad para el desarrollo de una vacuna.

Los voluntarios involucrados en la primer etapa del estudio fueron jóvenes y adultos de entre 18 y 55 años en buen estado de salud. La segunda, que finalizó en mayo, se expandió e incluyó a personas de mayor edad, entre ellas algunas se encuentran dentro de la ventana calificada como riesgosa. Esos resultados todavía no han sido publicados.

La tercera y última etapa, en tanto, incluirá a personas de edad aún más avanzada y otras con condiciones preexistentes. Es decir, quienes han representado la mayor cantidad de decesos como consecuencia del nuevo coronavirus.

La empresa, con sede en Cambridge, Massachussetts, indicó en junio ue podría manufacturar entre 500 y 1.000 millones de dosis al año a partir de 2021, gracias a un acuerdo de colaboración con la farmacéutica suiza Lonza, que también ha garantizado la distribución de las dosis necesarias para completar el estudio.

Fuente: Infobae

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