La Laguna Brava fue declarada Reserva Natural provincial (Ley Nº 6.115) y desde ese entonces los pobladores originarios de la zona bregan por el mantenimiento de esa área protegida. Desde hace tiempo ven como edificaciones privadas van avanzando sobre el espejo de agua sin control alguno.

Según, los pobladores se están realizando obras de canalización en los barrios privados Santa Lucia I, II y III. Dichos canales cuyas medidas aproximadas son de 5 metros de ancho y 3 de profundidad y de 1200 a 2000 metros de longitud junto a otros varios de 460 metros se conectan directo a la laguna; tal es así que esto hizo que el nivel de agua disminuya significativamente.

Advierten que estas acciones pueden generar un daño ecológico a la biodiversidad de la Reserva que ya se ve disminuida.

A esto se suma un terraplén llegando a la cañada Mandiyurati lo que puede provocar un daño en el escurrimiento natural de la Laguna en época de grandes lluvias.

Es por ello que, en forma conjunta con el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (ICAA) y la Subsecretaria de Turismo de la provincia de Corrientes, la Municipalidad de la ciudad de Corrientes realizó una inspección en el marco de los distintos expedientes que se presentaron sobre obras urbanísticas en desarrollos privados.

“Los desarrollos han presentado su informe del impacto que generan los distintos canales ante el ICAA y por eso los inspectores están controlando que todo esté en el marco de esas presentaciones y, en función de eso es que se realizarán los siguientes pasos. Si el resultado es afirmativo que este tipo de canales no perjudican no desaguan a la laguna, sino que forman parte del mismo sistema se puede avanzar en la regularización de las distintas obras particulares dentro de cada desarrollo”; explicó el secretario de Coordinación de Gobierno, Hugo Calvano.

Asimismo, indicó que se analiza también (a la espera de los resultados de los informes del ICAA) la situación del espejo de agua y zonas adyacentes porque “en algunos, los desarrollos urbanísticos están muy linderos a la Laguna, lo que podría generar un impacto que también se tiene que constatar”.

“No estamos en contra de los que adquirieron terrenos en el lugar, sabemos el sistema de organización que tienen estos desarrollos y que hay vecinos que están viviendo ahí hace un tiempo, además de que adquirieron legalmente sus lotes, pero no podemos dejar de lado la protección al ambiente”, aclaró Calvano.

Por su parte, el Secretario de Turismo de la provincia, Pedro Cassani (H) explicó que, desde hace tiempo las áreas vienen trabajando sobre estos emprendimientos urbanísticos en los cuales “nos ocupamos y preocupamos dado que vemos que hay una cierta intervención en la cuestión ambiental y de urbanización”.

Aclaró, además: “Estuvimos hablando con los vecinos quienes también manifestaron su preocupación dado que ellos compraron los terrenos de forma legal. Pero lo que se busca es un equilibrio ambiental y urbanístico. Por ello, esperamos los informes del ICAA y, en caso de existir un daño ambiental, deberemos analizar una posible solución integral para subsanar daños ocasionados”.

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