Para dejar de sufrir con la conexión, algunos consejos para que Internet llegue a cada rincón del hogar o la oficina.
Podemos tener el mejor celular, la computadora más rápida o el televisor más inteligente y con la mejor definición. Todo es inútil si falta un componente básico pero fundamental: Internet.
Pocos usan la conexión por cable, ethernet, y la mayoría de los dispositivos se conectan por WiFi. ¿Qué podemos hacer para mejorar la conexión en los lugares más alejados del router? ¿Qué objetos obstruyen la conexión y qué dispositivos compiten por la señal?
Cómo mejorar la conexión WiFi
Ubicación. El lugar en el que pongamos el router es fundamental. Muchos los esconden en un lugar remoto, como un escritorio cerca de la computadora, pero eso hará que no llegue a cada rincón de la casa. Lo mejor es que esté en un espacio central del hogar u oficina.
También es importante ubicarlo en un espacio despejado y lo más alto posible, por lo menos a un metro o un metro y medio del suelo. Nunca ponerlo en un cajón o cubrirlo con otros objetos.
Enemigos. Hay objetos que pueden interferir en la señal. Lo mejor es ubicarlo lejos de hornos microondas, teléfonos inalámbricas o superficies que generen reflejos, como peceras, espejos o floreros. Los metales también juegan en contra aunque a veces podremos usarlos a nuestro favor.
Cambiar la posición de las antenas. Puede parecer un truco básico, pero lo cierto es que la mayoría de los dispositivos que llevan antena las ponen, en sus imágenes, en el mismo sentido: hacia arriba. Extrañamente, lo recomendable es que estén perpendicular, una horizontal y la otra vertical.
Si las antenas forman un ángulo de 90 grados distribuirán la señal de forma más uniforme, mejorando la cobertura de nuestros dispositivos.
Elegir qué banda usar (2.4 o 5 Ghz)
Los equipos más modernos suelen tener dos bandas, 2.4 y 5 Ghz. Cada una tiene características diferentes, por lo que no está de más elegir la que mejor se adecue a lo que vayamos a hacer.
La de 2.4Ghz tiene menos velocidad de conexión, más interferencia pero también más rango de alcance. Si el dispositivo que conectemos está lejos, puede ser una buena opción.
La banda de 5 GHz es más rápida y tiene menos interferencias, por lo que debería ser elegida en los aparatos más nuevas, compatibles con esta tecnología. Atentos: los dispositivos más viejos no la podrán usar. Y sufre más con los obstáculos, como paredes, por lo que la cobertura tiene menos alcance.
Lifehacks: cacerola o aluminio.
Es un viejo y conocido un truco casero que muchísima gente utiliza en sus casas: papel aluminio -o algo que cumpla esa función- para bloquear la señal WiFi hacia un lado y amplificarla para el otro. ¿Simple? Seguro. ¿Efectivo? También.
¿Por qué sirve este truco? Los routers WiFi de los hogares envían una señal general, 360°, en todas las direcciones a su alrededor. Esto es útil si lo tenemos ubicado en un lugar central, para distribuirlo a cada rincón de la casa.
Adaptador o repetidor.
Si todo lo anterior falla, es hora de pensar en una alternativa que lleve la señal a los rincones más remotos. Hay dos opciones para esto, un repetidor y un adaptador.
El repetidor, como su nombre lo indica, es un dispositivo que se pone en un punto intermedio, entre el router y el lugar al que queramos llevar la conectividad. Toma la señal del sitio original y la repite. No es la opción más efectiva, pero es sencillo y se suelen configurar fácilmente.
Otra opción es un adaptador, que “transforma”, la señal de WiFi y la lleva a cualquier otra zona con enchufes mediante la red eléctrica del hogar. Ahí, mediante otro enchufe, emite una nueva señal, y varias veces, ofrece también una salida ethernet, por cable, para conectar al dispositivo al que le queramos dar Internet.