Una mortandad de ovejas se produjo en un campo curuzucuateño, producto de maniobras a destiempo de esquila de los animales. La inadaptación al clima tras esta práctica, les produce el colapso y la muerte, al igual que el efecto invernadero en las personas.

Tras la esquila, los animales fueron sometidos a un brusco cambio de temperatura, acompañado de lluvias fuertes y persistentes, lo que hizo que su cuerpo colapsara por un fenómeno natural de inadaptación al clima.

Las bajas temperaturas, la lluvia y el viento, son un cóctel fatal para los ovinos recién esquilados, en especial en estado de post parto, y un golpe duro para los productores.

 

Fuente: Diario Norte

 

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