Si tenes poco tiempo, te lo resumimos:

  • El hecho ocurrió en Paso de los Libres.
  • La jovencita, de 17 años, fue hallada inconsciente en la costanera de esa localidad.
  • En el hospital confirmaron lesiones en sus zonas íntimas y la presencia de una sustancia tóxica en su sangre.
  • Un hombre de 33 años fue arrestado acusado de ser el autor del abuso.

El in­gre­so hos­pi­ta­la­rio de una me­nor de 17 años, en­con­tra­da en la cos­ta­ne­ra de Pa­so de los Li­bres, de­ri­vó en una de­nun­cia por pre­sun­to abu­so se­xual, su­ma­do a la acu­sa­ción de que la ado­les­cen­te fue dro­ga­da, im­pu­ta­cio­nes que fue­ron apun­ta­das con­tra un hom­bre de 33 años, quien fue de­mo­ra­do.

Los agen­tes po­li­cia­les de la lo­ca­li­dad fron­te­ri­za, por or­den ju­di­cial, pro­ce­die­ron a de­mo­rar a es­te su­je­to tras la pre­sen­ta­ción de la de­nun­cia de la ma­dre de la me­nor.

Lue­go de ser da­da de al­ta, la ado­les­cen­te es­cri­bió en su cuen­ta de Fa­ce­bo­ok que se en­con­tra­ba bien y con­tó su versión de lo ocu­rri­do.

“Me en­con­tra­ron en la cos­ta­ne­ra, in­con­cien­te, por­que fui vio­la­da y dro­ga­da por un idio­ta que es­pe­ro que se pu­dra en la cár­cel”, in­di­có la me­nor en su cuenta de Facebook.

Al­re­de­dor de las 2 del mar­tes, se in­di­có que la ado­les­cen­te fue ha­lla­da en un sec­tor de la cos­ta­ne­ra li­bre­ña.
Lue­go de que se pro­du­je­ra el in­gre­so hos­pi­ta­la­rio, su ma­dre fue avi­sa­da de lo ocu­rri­do, an­te lo cual la pro­ge­ni­to­ra se pre­sen­tó en el centro de salud.

Si bien, ofi­cial­men­te no se de­ta­lló el ca­so, de­bi­do a que se tra­ta de un de­li­to su­ma­men­te gra­ve y que la pre­sun­ta víc­ti­ma es una ado­les­cen­te, se in­di­có que en el hospital se ha­brí­an he­chos los exá­me­nes co­rres­pon­dien­tes que sos­tu­vie­ron que te­nía le­sio­nes en zo­nas ín­ti­mas y que ade­más, en los aná­li­sis de san­gre, se pu­do ob­ser­var la pre­sen­cia de una sus­tan­cia ile­gal. Al me­nos, es­to es lo que des­cri­ben fuen­tes ex­tra­o­fi­cia­les.

“Fui vio­la­da y dro­ga­da por un idio­ta que es­pe­ro que se pu­dra en la cár­cel”

Con res­pec­to al si­tio en el que fue en­con­tra­da la ado­les­cen­te, se in­di­có que, apa­ren­te­men­te, fue aban­do­na­da allí y que per­ma­ne­ció en ese lu­gar du­ran­te un lar­go tiem­po, has­ta que al­gu­nas per­so­nas ad­vir­tie­ron su pre­sen­cia y lla­ma­ron a la Po­li­cí­a.

Lue­go de es­cu­char lo ocu­rri­do, la ma­dre fue has­ta la co­mi­sa­ría de la Mu­jer y el Me­nor, dan­do ini­cio a la de­nun­cia por el pre­sun­to de­li­to se­xual.

El acusado por la violación quedó en libertad luego de declarar.

Es así que el ex­pe­dien­te fue a pa­rar a ma­nos del Juz­ga­do de Ins­truc­ción, que de­ci­dió li­brar una or­den pa­ra de­mo­rar al hom­bre de 33 años.

Una vez que el acusado fue lo­ca­li­za­do, fue lle­va­do a pres­tar de­cla­ra­ción, tras lo cual aho­ra se en­cuen­tra li­bre, a la es­pe­ra de que la Jus­ti­cia de­fi­na su si­tua­ción.

No se sa­be, has­ta el mo­men­to, si el hom­bre y la me­nor se co­no­cí­an, aun­que se in­di­có que, an­tes de que ella fue­ra en­con­tra­da cer­ca del rí­o, es­tu­vo en una vi­vien­da ubi­ca­da por ca­lle Co­ro­nel Ló­pez.

 

“Gra­cias a Dios me sal­va­ron la vi­da pe­ro por to­do lo que pa­só me se­rá im­po­si­ble ol­vi­dar”.

Con res­pec­to a la in­ves­ti­ga­ción, se di­jo que pa­ra re­cons­truir el he­cho se acu­di­ría a cá­ma­ras de se­gu­ri­dad ubi­ca­das en zo­na de la cos­ta­ne­ra, pa­ra sa­ber có­mo la ado­les­cen­te lle­gó en ese es­ta­do has­ta esa par­te de la ciu­dad.
Asi­mis­mo, pa­ra que la jo­ven­ci­ta pue­da de­cla­rar, es­ta de­be­rá ser en­tre­vis­ta­da por Cá­ma­ra Ge­sell.

Men­sa­je por Fa­ce­bo­ok
“Gra­cias a Dios me sal­va­ron la vi­da, pe­ro por to­do lo que pa­só me se­rá im­po­si­ble ol­vi­dar. Si pre­gun­tan co­mo es­toy, no me en­cuen­tro bien, me due­le to­do, pe­ro ya me die­ron de al­ta. Es­tu­ve in­ter­na­da y pa­ra los que se pre­o­cu­pa­ron por mí: ya es­toy en ca­sa. Es­to fue lo pe­or que pa­sé”, in­di­có, a tra­vés de su cuen­ta, la jo­ven­ci­ta que ha­bría si­do víc­ti­ma del ul­tra­je.

fuente: época

 

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