Seis casos de secuestros extorsivos se registraron en junio pasado, principalmente en el Conurbano bonaerense, por lo que ya suman 25 hechos de este estilo en lo que va del 2019.

Los casos fueron registrados en las localidades bonaerenses de Zárate, Rafael Calzada, Temperley, Virrey del Pino y Castelar; así como también en la Comuna 15 de la Ciudad de Buenos Aires: en todos los casos solo hubo una víctima.

De acuerdo a un informe elaborado por la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), cinco de los secuestrados fueron hombres, mientras que el caso restante fue el de una mujer: en la mitad de los casos se llegó a pagar dinero por la liberación.

Asimismo, la mitad de los hechos se produjeron entre las 00:00 y las 12:00, mientras que el otro 50% se dio entre las 18:00 y las 00:00.

En tres de los secuestros hubo tres o más delincuentes involucrados, recabó la Unidad a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich.

El caso más complejo duró 16 horas, mientras que el de menor extensión fue de 1:30, señala el informe mensual producido por el área especializada del Ministerio Público Fiscal.

Cuatro de los hechos se llevaron a cabo cuando la víctima se trasladaba a pie, mientras que los otros dos fueron mientras el secuestrado viajaba en su auto.

En lo que se refiere a la distancia entre el lugar de interceptación y el de liberación, la UFESE precisó que hubo 36 kilómetros entre esos puntos en el hecho con mayor recorrido, mientras que en el extremo opuesto se indicó que hubo tan sólo una cuadra.

En caso de mantenerse este nivel de casos de secuestros extorsivos en el segundo semestre del año, habrá una considerable baja en este tipo de delitos con respecto a años anteriores: en 2015 fueron 294; en 2016, 227; en 2017, 185; y en 2018, 111.

La UFESE tiene como “objetivo principal asistir a los fiscales de todo el país con el fin de optimizar la capacidad de respuesta y elevar los niveles de eficiencia del Ministerio Público Fiscal frente al fenómeno criminal del secuestro extorsivo, lo que involucra tanto la identificación y persecución penal de los partícipes del hecho -con una mirada ascendente en la cadena de responsabilidad- como también el impulso y fortalecimiento de investigaciones patrimoniales”.

fuente:telefe

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