Al notar un comportamiento extraño en la nena, la mujer compró un dispositivo de filmación y lo colocó en un moño con el que le armaba un peinado.
Preocupada por el comportamiento de su hija con autismo, una mujer decidió esconder una cámara en su cabello y comprobó el padecimiento al que era sometida su hija de seis años en la escuela a la que acudía.
El hecho ocurrió en Virginia, Estados Unidos a finales de octubre de 2018 pero el avance judicial del caso se dio en los últimos meses.
Con la sospecha de que la menor era maltratada en el establecimiento educativo, Amber Pack camufló un dispositivo de grabación en el pelo de la pequeña y así constató lo que ocurría: tanto su hija como otros chicos que asistían allí eran golpeados y amenazados.
Una profesora y dos asistentes fueron detenidas por el hecho, según consignó la CNN. Tanto la docente, identificada como Christina Lester, y dos mujeres más, llamadas June Yurish y Kristin Douty, fueron acusadas de un delito menor por no reportar abuso o negligencia.
Así quedó especificado en un comunicado de prensa emitido por el fiscal general de Virginia Occidental Patrick Morrisey. La menor en cuestión, de nombre Adri, solía llegar a su casa con moretones en su cuerpo cuando regresaba de la primaria Berkeley Heights a la que acudía.
“Las marcas parecían ser contusiones de presión por fuertes apretones”, aseguró el abogado de la familia denunciante, Ben Salango.
Las mujeres la amenazaban diciéndole que los golpearían en la cara y les sacarían los dientes, y hasta les decían que no les iban a dar la comida. “Estas detenciones envían un mensaje contundente: que el abuso infantil no será tolerado y debe denunciarse”, manifestó el fiscal Morrisey en un escrito, en el que agregó: “Debemos continuar trabajando para garantizar que los niños vulnerables estén protegidos, especialmente en la escuela”. Las tres mujeres quedaron detenidas.
El funcionario judicial presentó una demanda civil en febrero en la que acusó a Lester, Yurish y Douty de abusar verbalmente de los estudiantes al amenazarlos con violencia física. Los comentarios sobre la grabación “incluyen amenazas de violencia, abuso verbal y otros ultrajes”, se precisó en la denuncia.
La demanda civil fue enmendada en mayo para incluir a la directora de la escuela, Amber Boeckmann, al alegar que “intentó oscurecer activamente la evidencia con una investigación defectuosa”. “Aquí y Ahora”: una nueva mirada sobre el autismo
La Junta de Educación del Condado de Berkeley también fue agregada como demandada en la queja civil, ya que “tiene responsabilidad porque quienes cometieron las acusaciones lo hicieron durante el transcurso de su empleo en la junta”.
“Nos complace que el fiscal se haya tomado su tiempo, haya realizado una investigación exhaustiva y haya decidido arrestar a los tres individuos esta mañana”, observó el abogado. “Hemos tenido fe en el sistema desde el principio y esperamos la disposición de los procesos penales. Adri ahora felizmente va a estudiar. Está en una nueva escuela y en un ambiente amoroso y mucho mejor”, concluyó.