El mismo día que se conoció que el sistema de escrutinio provisorio de las PASO fue considerado “defectuoso” por veedores judiciales, una organización que aglutina a varios actores, entre ellos al Centro Belfer de la Escuela Kennedy de Harvard, presentó la versión para Latinoamérica del Manual de Campaña de Cíberseguridad, destinado a los partidos políticos, para ayudarlos a proteger sus campañas de potenciales hackeos y campañas de desinformación. El objetivo final es que las elecciones en la era digital sigan siendo libres y justas.
Este lunes 26/8, mientras veedores judiciales alertaron qu e el sistema de escrutinio provisorio de las PASO operado por la empresa SmartMatic “funcionó de manera totalmente defectuosa”, fue presentada en Buenos Aires la versión en español del Manual de Campaña de Cíberseguridad, desarrollado por 2 organizaciones ligadas a los 2 principales partidos políticos estadounidenses en conjunto con expertos del Centro Belfer de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard.
La iniciativa surgió posteriormente a las elecciones del 2016 en USA, en la que ha sido comprobada la interferencia rusa.
Los actores, que incluyen al Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI) están aglutinados en la coalición Design 4 Democracy, dedicada a promover que la tecnología sea utilizada para potenciar las instituciones democráticas y no socavarlas.
En este link puede descargarse el Manual: https://d4dcoalition.org/cybersecurity-campaign-playbook/es/
El Manual destaca las medidas más importantes que los partidos políticos deben tener en cuenta para proteger sus campañas de los hackeos.
“Los cíberadversarios no discriminan. Las campañas han sido hackeadas a todo nivel, no solo las internacionales de alto nivel. Usted deberá asumir que es un blanco”, dice el enfoque del Manual.
Las 5 medidas más importantes:
1. Establecer una cultura de conciencia de seguridad de la información. Esto implica la capacitación de personal y voluntarios. “Los errores humanos son la causa número uno de las violaciones de seguridad.”
2. Usar la nube (para tener los datos protegidos frente a un potencial ataque).
3. Usar autenticación de 2 factores (A2F), para agregar un segundo nivel de protección a las cuentas importantes, y tener contraseñas fuertes.
4. Usar una herramienta de mensajería cifrada (como Signal o Wickr) para conversaciones y materiales delicados.
5. Tener un plan preparado por si la seguridad queda comprometida.
En el discurso de apertura del evento, el exembajador de USA ante la FAO y miembro del IRI, Gaddi Vásquez, afirmó que “la cíberseguridad es cada vez más esencial a la campaña y para preservar las instituciones”, y detalló que el Manual nació tras el proceso electoral estadounidense de 2016, en el que se comprobó que hubo interferencia de actores estatales.
El objetivo del Manual es que las elecciones en la era digital sigan siendo libres y justas.
“En parte, la razón por la que los partidos políticos y otras organizaciones están teniendo tantos problemas con el hackeo es porque se ha vuelto tan barato, es tan comercializado y tan fácil para un creciente número de actores hacerlo”, explicó Matt Bailey, del NDI, a Urgente24, durante la presentación del manual.
Grandes tecnológicas como Facebook, Google y Microsoft, han apoyado la expansión del manual a otros continentes (ya fue traducido a 12 idiomas) y ahora es el turno de América Latina.
“En los últimos 30 años, internet ha cambiado la manera en que funcionan la política y las elecciones”, apuntó Vásquez.
Uno de los panelistas en el evento de presentación, el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización para los Estados Americanos (OEA), Edison Lanza, aclaró que en ese sentido tenemos que entender que “internet no es el malo de la película”.
A muchos niveles, la revolución tecnológica ha potenciado el ejercicio de la libertad de expresión y el debate público, ya que antes sólo una elite formaba parte de él.
Internet abrió el juego en muchos sentidos, aumentando, por ejemplo, el contacto directo entre los partidos políticos y los votantes.
Sin embargo, la red global también presenta nuevos riesgos, o intensifica algunos ya existentes, como ser la desinformación: la proliferación deliberada de información falsa.
Es importante destacar, en este sentido, que este no es un fenómeno que nació en esta era. Especialmente en los momentos de campañas electorales, siempre han proliferado rumores. Lo que hay hoy es una mayor dificultad para distinguir fuentes de información confiables de las que no lo son.
“Hay evidencia de que la desinformación es un arma de interferencia en procesos electorales”, arrojó Lanza. En la campaña electoral de USA de 2016, por ejemplo, Facebook detectó que hubo 300.000 perfiles de internet creados por la Internet Research Agency (Rusia), y que hubo una inversión de US$ 100 millones en alimentar temas controvertidos.
Algo interesante que notó Lanza es que en la última elección brasileña, el fenómeno de la desinformación cambió el canal comunicativo: si en campañas anteriores (en otros países), la información falsa era distribuida por redes abiertas, como Facebook y Twitter, en este caso circuló por WhatsApp.
La desinformación, entre otros problemas, “incentiva la polarización”, aseguró Lanza, y destacó asimismo que hay que tener cuidado con el uso perverso que algunos candidatos o funcionarios pueden hacer del término ‘fake news’, aprovechándolo para desacreditar a medios o periodistas que los cuestionan, con el objetivo de socavar la confianza del público en ellos.
Como crítica al Manual, la doctora en Ciencia Política y Directora Ejecutiva del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), Julia Pomares, destacó que este está dirigido a partidos políticos, mientras que el escenario electoral argentino lo protagonizan alianzas que suelen ser temporales, lo que complejiza la cuestión.
Por otro lado, el Manual está más orientado hacia las amenazas internacionales, mientras que en Argentina quizás es mayor el riesgo de un ataque doméstico. En ese sentido, debemos recordar los hackeos que recientemente sufrieron la Policía Federal y la Prefectura.
Pomares destacó también que el crecimiento del nivel de judicialización de los procesos electorales en los últimos años en Argentina demuestra el deterioro de confianza entre los distintos partidos políticos.
Por otro lado, el representante del think tank argentino Fundación Nuevas Generaciones, Julián Obligio, destacó que si la cíberseguridad todavía no ha sido tan atendida por los distintos actores políticos argentinos es porque hasta el momento ninguno ha sufrido un gran susto, por lo que el tema es visto como algo lejano, que sólo podría acontecer en Estados Unidos. “Los referentes políticos todavía no han tomado consciencia” sobre el tema, aseguró.
Obligio destacó asimismo que, sea quien sea que gobierne Argentina en 2020, es muy probable que se vuelva a abrir el debate sobre una posible reforma electoral, y que sería importante impulsar que la cuestión de la cíberseguridad tenga un espacio importante allí.