Los parámetros que convierten a Joker en una de las mejores del año son muchos, pero sin dudas hay algo que sobresale y son las sensaciones que genera en los espectadores. Y no hablo de alegría ni tristeza sino de la incomodidad, de ese gustito raro en el paladar.

Joker se sale del rótulo de la clásica cinta de superhéroes, para centrarse más en un thriller dramático, una película de origen comiquero pero menos caricaturesco que el resto. La crudeza y la tensión podrían ser algunas de las palabras que describen al relato. Con un golpe de efecto muy acertado nos presenta de entrada y sin tartamudear, el arco de uno de los mejores personajes y ¿villano? que veremos en el cine.

Y es que, el Arthur Fleck interpretado por un fantástico Joaquin Phoenix, que traspasa la pantalla con sus impresionantes aptitudes actorales, es el ejemplo perfecto de cómo debe desarrollarse un personaje. Las etapas que pasan desde un pobre muchacho con problemas mentales hasta, el mártir de una sociedad sin escrúpulos, pisoteado por el gobierno de turno, son perfectamente ejecutadas. Y creo que ahí también cobran importancia los secundarios como Wayne hasta la misma Gotham. Cada uno de ellos cumple con la tarea de ir empujando a Fleck hasta la locura.

Phillips tantea varios temas sociales y los deposita en una sola persona. Las consecuencias de los actos toman fuerza cuando este ser es una bomba a punto de estallar. Pero el impacto que genera en el público es justamente por cuán cerca puede uno vivir esta realidad planteada en la cinta. Porque nos ponemos nerviosos en nuestras butacas, porque reímos desubicados, porque, en algunos pasadizos, sentimos empatía por un criminal, y, porque nos sentimos culpables de pensar así.

A pesar de todo, no es hasta el 2do acto cuando el giro me sacudió y entré en pleno conecte con la cinta. Esos altibajos rítmicos pueden ser lo único que puedo reprochar. Por eso no les puedo decir que la disfrutarán y ni que la amarán. Sólo creo que es una oportunidad de ver algo diferente en materia de cómic, que no necesita ningún efecto especial para dejarte con la boca abierta de sorpresa, o con una sonrisa en la boca.

Fuente: Carolina Barreto de Plano Movie

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