Groenlandia se está derritiendo en pleno junio, y la prueba visual es esta foto tomada el jueves por el científico danés Steffen Olsen. En la impactante imagen, un grupo de perros arrastra dos trineos sobre una capa de hielo derretida. Según el Instituto Meteorológico de Dinamarca, los termómetros habían alcanzado los 17,3 ºC: una temperatura inusualmente alta para el norte de Groenlandia.
Steffen y su colega Rasmus Tonboe, que subió la foto a redes sociales, se encuentran en Qaanaaq estudiando las condiciones del océano en el fiordo de Inglefield Bredning, cerca de la aldea. Los investigadores del Instituto Meteorológico de Dinamarca colaboran con cazadores locales, que llevan un estilo de vida tradicional, para monitorizar el estado del hielo marino. En invierno, colocan sus instrumentos sobre la gruesa capa de hielo que se forma sobre el mar y, a finales de primavera, vuelvan a recogerlos antes de que el hielo se rompa y los instrumentos caigan al agua.
La forma más práctica de moverse por la región en esta época del año suelen ser los trineos tirados por perros, pero esta vez los investigadores se encontraron con demasiada agua estancada sobre el hielo. “El hielo forma una capa fiable y muy espesa cada invierno, lo que significa que hay pocas fisuras para que el agua del deshielo se pueda drenar”, explica la investigadora Ruth Mottram, que se especializa en la capa de hielo de Groenlandia.
La semana pasada, un aire cálido que se movía desde el sur impulsó condiciones excepcionalmente cálidas en Groenlandia y el Ártico: hizo demasiado calor incluso para los estándares del verano local. Esto llevó a que una gran cantidad de hielo se derritiera, tanto en el océano como en los glaciares y en tierra firme. La consecuencia inmediata fue que los perros no se podían mover con facilidad.
“Nuestras simulaciones esperan que haya una disminución general de la temporada de hielo marino en Groenlandia”, dice Mottram. “Qué tan rápido y cuánto va a disminuir depende en gran medida de cómo se eleva la temperatura global, pero el calor de esta semana es un evento extremo, impulsado por el clima, por lo que es difícil atribuirlo únicamente al cambio climático”.
Según Steffen Olsen, el autor de la foto, las comunidades de Groenlandia dependen del hielo marino para el transporte, la caza y la pesca, así que eventos extremos como este, que inundan el hielo por el derretimiento repentino de su superficie, piden a gritos nuevos medios para predecir el clima en el Ártico.