Después de tres meses en la cuarentena de San Cayetano, Corrientes, el lobo gargantilla hembra Alondra ya nada en la laguna Paraná. Por el momento lo hace dentro de un corral de pre-suelta de 800 m2 en la costa de la Isla de San Alonso, que cuenta con una parte acuática, zona costera de camalotes y monte.

En muy poco tiempo, Alondra ya se ha adaptado al nuevo corral: construyó una madriguera en el interior del monte, marca su territorio con frecuencia y pasa horas zambulléndose una y otra vez para pescar palometas y otros peces.

En los Esteros, al igual que en el resto del país, la nutria gigante se extinguió hace varias décadas debido a alteraciones de su hábitat y a la cacería para obtener su piel.

Este ejemplar fue donado por el Budapest Zoo de Hungría, y representa el primer paso del retorno de la especie a Iberá en un proyecto que lidera CLT junto al Gobierno de la Provincia de Corrientes y a la Administración de Parques Nacionales, y en el que colaboran SENASA, la Secretaría de Ambiente y las entidades internacionales que donan los animales.

El retorno del predador tope acuático está cada vez más cerca, y comienza en el Parque Nacional Iberá.

 

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