Efectivos de la Policía de Corrientes detuvieron a Víctor Germán, alias “Pulga”, un conocido malviviente. En su poder hallaron un sinnúmero de elementos robados y secuestraron la motocicleta en la que perpetraba la mayoría de sus fechorías y que fue reconocida por sus víctimas. Sin embargo, su estadía en la comisaría fue muy corta: sólo un par de horas. Es que la Justicia entendió que “no había pruebas suficientes” para mantenerlo detenido.

El jueves 22, uniformados de la Dirección de Seguridad Metropolitana de la Policía concretaron un primer allanamiento en una vivienda ubicada en Chile y Necochea, del barrio Colombia Granaderos (asentamiento conocido como “La Vizcacha”). Allí, los agentes de la fuerza del orden detuvieron a “Pulga”, un delincuente sospechado de numerosos ilícitos. 

El procedimiento en la casa del delincuente incluyó el secuestro de collares, monederos, carteras, relojes y numerosos artículos electrónicos producto de sus fechorías y que fueran oportunamente denunciados. Claro está, el popular ladrón no pudo explicar la procedencia de tales artículos.

Pero la Policía no pudo hallar la moto con la que se movilizaba para concretar los robos. Pero, a partir de las investigaciones previas, pudieron comprobar la complicidad de un segundo malhechor que vive en el barrio Doctor Montaña. Hasta allá fueron los policías y realizaron un segundo allanamiento. Allí estaba el rodado buscado.

Pero la buena noticia por el arresto de “Pulga”, rápidamente se volvió enfado. Es que la Justicia luego de evaluar las pruebas interpretó que no había razones suficientes para la continuidad del joven en el calabozo.

Es que el procedimiento que derivó en su detención se originó a partir de la denuncia del robo de un celular (un Samsung J7 Prime de color dorado). Y cómo la Policía no halló ese aparato telefónico (se supone que ya fue vendido porque se lo ofertaba en redes sociales), el Fiscal de Instrucción Gustavo Robineau (quien entiende en la causa) ordenó que lo liberaran. Según lo expuesto, a partir del secuestro de todos los elementos robados que encontraron en la casa de “Pulga” se abriría una nueva causa cuyo expediente caería en manos de otro fiscal. Burocracia judicial para liberar delincuentes.

Es así que “Pulga” recuperó su libertad y, por estas horas, pasa sus días en su casa… o en la calle concretando un nuevo robo. 

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