Las elecciones en la Ciudad son el 18 de mayo y funcionarán como una PASO para el oficialismo y sus aliados. La candidatura del exjefe de Gobierno es un problema para el gobierno porteño y para el PJ. La inesperada disputa por Marra.

Esta vez la elección porteña definirá, como nunca, el futuro electoral de PRO. El exjefe de Gobierno y candidato a Presidente, Horacio Rodríguez Larreta decidió romper con los primos Macri y si no hay cambios de último momento, esta noche anunciará su candidatura a legislador el 18 de mayo por fuera del partido. Es una buena noticia para la Libertad Avanza que, de todos modos, no se relaja y mantiene en gateras al supervocero, Manuel Adorni. Es que Ramiro Marra, expulsado de las filas libertarias por la hermana del Presidente, aún no decidió si será candidato. Tampoco lo hizo el radical Martín Lousteau.

“Tengo más voluntad que vergüenza”, escucharon repetir a Larreta en su entorno en los últimos días. Es porque muchos consideran que una banca en la Legislatura es un “premio menor” para el exalcalde. Él hace otro análisis y se enfoca en conseguir un piso de 10 puntos en las próximas elecciones que le permita ponerse nuevamente en carrera para 2027. Con esa convicción, esquivó los llamados de los Macri durante el fin de semana y evitó devolverlos este mediodía, mientras crecían los rumores de su expulsión (y la de Patricia Bullrich) del PRO. La idea se discutió en la mesa ejecutiva del partido, pero terminaron por declinarla. A Larreta le dieron la excusa perfecta para no incumplir un pacto de caballeros.

La candidatura de Larreta es un problema para Jorge Macri. Grande. No solo por el daño que una candidatura de Larreta le hace al PRO en materia electoral, sino por la gobernabilidad de los dos últimos años del mandato de Macri (Jorge); dado el volumen que tendrá, luego, la voz de Larreta (y sus bancas en la Legislatura).

El desdoblamiento electoral es ideal para el exalcalde, que aprovechará la municipalización de la discusión electoral y apelará a la memoria fresca de los porteños que podrían extrañar su gestión. Larreta le saca votos al PRO, pero también al peronismo. Los Macri se preocupan, pero no desesperan.