Tenía 17 años y padeció un cuadro de mononucleosis que se agravó. La despedida de su familia y sus compañeros.
“Con vos se fue toda luz, sobri. Duele mucho no tenerte más”, posteó Andrea Peretti junto a una imagen de su sobrina, atravesada por un rayo de sol, en una de las excursiones en Bariloche. Los mensajes de despedida brotan en las redes sociales. Amigos, compañeros y familiares lamentan la pérdida de la estudiante que murió por una cuadro de mononucleosis que se complicó (una enfermedad infecciosa causada por el virus Epstein-Barr) en pleno viaje de egresados.
“Ya puede sonar la alarma para despertar de esta pesadilla. Sos la mejor sobrina de lo que jamás merecí. ¿No vas a volver?”, lamenta Leonardo. “Volviendo de Bariloche de la peor manera”, publicó uno de los egresados en el vuelo de regreso. “Te vamos a extrañar mucho Sele”, escribieron en otro posteo.
Selene Peretti tenía 17 años y cursaba el último año de la secundaria en una escuela de Verónica, Punta Indio, una localidad ubicada a 140 kilómetros de Capital Federal.
Hija de padres separados, su promoción llegó a la ciudad rionegrina el 6 de octubre. Se trasladó por medio de Baxtter, una empresa que organiza viajes de egresados desde hace 30 años. El día anterior había sufrido un episodio que puso en vilo su participación en el contingente ya que un cuadro febril la llevó a una guardia médica donde la revisaron, pero finalmente la autorizaron a emprender la aventura rumbo al destino turístico de la Patagonia.
Sin embargo, el lunes 7, un día después de llegar a Bariloche, volvió a presentar fiebre y la misma sintomatología que había tenido en su casa. Ante este panorama, fue trasladada al Sanatorio San Carlos, donde le practicaron una serie de estudios que revelaron que cursaba mononucleosis.
Con el diagnóstico confirmado, los médicos decidieron que la estudiante quedara internada durante toda la semana en un centro de salud barilochense para ir evaluando la evolución del cuadro.
Durante el transcurso de los días, su condición comenzó a deteriorarse. El viernes sufrió una nueva recaída y su cuadro de salud se agravó. Allí habría tenido un paro cardíaco del que pudo recuperarse, pero luego habría sufrido un segundo evento del que no pudo ser reanimada y, en consecuencia, se produjo su deceso por un shock séptico, es decir, una infección generalizada que afectó el funcionamiento de todo su organismo.
“No podemos dar ninguna información por solicitud expresa de la familia”, le respondieron a Clarín desde el Sanatorio San Carlos ante la consulta por lo sucedido. En tanto que, los padres de la estudiante viajaron a Bariloche. Según pudo saber este medio, la intención de la madre era cremar el cuerpo de su hija allí, pero el padre no prestó conformidad.
Por otro lado, el Ministerio Público Fiscal de Río Negro aclaró que no se inició hasta el momento ninguna investigación del caso ni intervino la policía, de acuerdo a la información del portal local Bariloche2000.
¿Qué es la mononucleosis?
Conocida como la “enfermedad del beso”, ya que se contrae principalmente a través de la saliva, es una patología infecciosa, de curso en general benigno, que se transmite por contacto directo como, por ejemplo, al compartir un vaso, utensilio o cepillo de dientes. También puede transmitirse a través de otros fluidos, como el semen y el flujo vaginal.
El virus que la provoca se denomina Epstein Barr (EBV, por sus siglas en inglés), uno de los más comunes en el mundo, que no tiene ninguna vacuna que proteja contra su infección. “Ante el EBV, en la edad adulta, casi todos vamos a tener anticuerpos, la mayoría sin haber presentado síntomas característicos. Esto quiere decir que el 90-95 % de las personas tuvimos la infección y portamos el virus a lo largo de la vida”, subraya Ramiro Heredia, médico especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín.
Suele afectar más a los adolescentes y adultos jóvenes dado que son quienes más se mueven y relacionan con otros. De hecho, en primavera, la estación del amor, es más frecuente.
El reservorio del virus es fundamentalmente humano. Entre los signos y síntomas que presenta sobresale la fatiga extrema, el dolor de garganta, la fiebre (desde una febrícula hasta fiebre alta, incluso puede pasar asintomática) y el sarpullido o rash en la piel. “Genera faringitis con el consecuente dolor al tragar, se inflaman los ganglios linfáticos. También se puede agrandar el bazo y verse afectado el hígado”, describe Hugo Pizzi, infectólogo, epidemiólogo y titular plenario de la Universidad Nacional de Córdoba y de La Rioja.
El virus tiene un período de incubación de entre cuatro y seis semanas, aunque puede ser más breve en el caso de niños pequeños. “Para que desaparezcan los síntomas debe transcurrir un periodo de entre 15 días y 3 meses. A veces, el cansancio persiste durante más de 6 meses”, explica Arnaldo Casiró, ex jefe del Hospital Álvarez y codirector del CEMAR 1 del GCBA. Incluso, la fatiga crónica puede llegar a ser una secuela.
Si bien la incidencia es baja y no suele ser mortal, las complicaciones de la mononucleosis pueden llegar a ser graves. “En la literatura, la mortalidad se estima en menos del 1 %”, analiza Heredia.