Un profesor de Educación Física, oriundo de Curuzú Cuatiá, entrena a jóvenes de una ciudad del Noroeste de China. “La sociedad está muy conmocionada, pero tienen los recursos para afrontar esta crisis. El virus está casi controlado”, aseguró.

La Comisión Nacional de Salud de China notificó, hasta ayer, 723 muertos y 34 mil infectados. Mientras que la propagación se dio esta semana por otros países como Francia. Cinco ciudadanos británicos contrajeron la enfermedad después de haberse alojado en un chalet junto a una persona que había estado en Singapur en una estación de esquí en Los Alpes.

Enzo Affranchino (38) es un profesor de Educación Física, preparador físico y director técnico que vive hace dos años en Yinchuan, capital de la provincia de Ningxia -en el Noroeste de China- a 1.473 kilómetros de Wuhuan, donde se originó el virus.

Nació en Curuzú Cuatiá y luego desarrollo su carrera profesional en Entre Ríos, en clubes como Atlético Paraná, Belgrano, Universitario, y Asociación Deportiva y Cultural de Crespo.

Regresó al país el 30 de diciembre pasado, para disfrutar de sus vacaciones, pero tras la expansión del brote, el Estado asiático no le permitió regresar. “Hoy (por ayer) recién recibí un mensaje de mi traductora para que empiece a preparar mi viaje. En marzo, comienzan las clases”, comentó como novedad de último momento.

“Cuando retorne a casa, voy a tener que quedarme dos semanas. Es un procedimiento para todas las personas que viajan de provincia, o a otros países”, añadió.

Affranchino brinda clases de Educación Física y entrena un equipo de fútbol preuniversitario en la escuela Liu Panshan High School, un establecimiento con seis mil alumnos. También se encarga de la capacitación a colegas acerca de la disciplina y en la dirección técnica de equipos de fútbol.

Sobre la posición del Estado para contener el brote, dijo: “El Gobierno chino tiene infraestructura y capacidad para generar nueva, porque cuenta con recursos económicos. Además de una abundante mano de obra, ya que son muchos (1.395.380.000 habitantes, el país más poblado del mundo)”.

El profesor recordó a Ji y Liang, dos amigos suyos con los que diariamente intercambia mensajes de apoyo emocional a través de We Chat, una aplicación similar a WhatsApp. “Para ellos, son momentos difíciles, ya que se generó un pánico bastante grande en la sociedad”, sostuvo.

Así, realizó una comparación entre el sistema de salud nacional y el chino: “La verdad es que tienen una tecnología de punta y reciben muy bien a los extranjeros”. Vale destacar que todas las atenciones y servicios asistenciales para tratar el coronavirus son gratuitas.

Al analizar la aplicación de la Educación Física en las escuelas, afirmó que Argentina, en este aspecto, esta más desarrollada. “Conciben el ejercicio desde el lado de la relajación y el ocio. La carga teórica es más importante, unas diez horas totales”, contó.

La llegada del profesor a las tierras orientales responde a un proyecto enmarcado dentro una política nacional enfocada en fomentar y profesionalizar el fútbol desde la juventud.

Los “amarillos” proyectan contar con 50 mil escuelas del deporte, 70 mil campos de juego y 5 mil entrenadores para el 2025.

“La sociedad china tiene una conciencia social muy importante, son unidos, solidarios y trabajan duro todos los días. En crisis sanitarias como esta, son muy obedientes respecto a las normas y protocolos que dicta el Gobierno”, aseguró acerca de la cultura y la idiosincrasia local.

La familia de Affranchino está compuesta por su hijo Luca, de dos años, y su esposa Sandra León. Ellos residen en Argentina y él planeaba llevarlos a China a principios de 2020. “Por el problema con el virus, ahora aguardaremos hasta mis vacaciones de julio”, precisó.

El curuzucuateño planea continuar trabajando unos años más allí y su expectativa es llegar al fútbol profesional de la Liga China.

Fuente: Diario época

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