La proliferación de cianobacterias podría afectar las tareas de potabilización de agua y ocasionar infecciones de piel y alergias a los bañistas. Los informes técnicos se encuentran en evaluación por parte de las autoridades correntinas.
Un informe presentando por la Entidad Binacional Yacyretá y la Universidad de Misiones alerta sobre la presencia en el Paraná de algas con alto potencial tóxico para la salud. Desde el área de Recursos Naturales se encuentran realizado los análisis técnicos correspondientes.
La Entidad Binacional Yacyretá, a través del Área de Medio Ambiente, dio a conocer la situación generada por la detección y análisis de altos registros de cianobacterias (algas) provenientes de la alta cuenca de Brasil y Paraguay.
El incremento del desarrollo masivo de algas tanto en aguas dulces como en zonas costeras de nuestro país “es un problema sanitario, ecológico y económico que impacta negativamente en la calidad del agua para suministro público, la pesca y la recreación”, precisaron en el estudio difundido públicamente. La primera advertencia fue en el informe de septiembre. En el de este mes solicitaron a las autoridades tareas de cuidado y prevención.
“Dadas las condiciones hídricas actuales, es de esperar un considerable incremento de las bacterias con las implicancias sanitarias que esto podría acarrear”, versa el informe técnico.
“Esta información a la que hemos accedido fue, oportunamente, puesta en conocimiento de las autoridades provinciales correspondientes”, explicaron haciendo referencia al informe del mes de septiembre.
La entidad realiza estudios hídricos todos los meses en colaboración con la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones.
En el informe advirtieron sobre “la densidad de cianobacterias potencialmente tóxicas” e indican que se encuentran en “un nivel de alerta dos de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, con una probabilidad de riesgo alto de efectos nocivos sobre la salud del agua destinada al consumo y riesgo de moderado a alto a nivel recreativo”.
Las cianobacterias (algas) pueden ocasionar infecciones en piel, alergias, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor de músculos y articulaciones, llagas en la boca e intoxicaciones gastrointestinales.
“Cuando las acumulaciones de cianobacterias son visibles, se deben llevar a cabo acciones para prevenir el contacto con el agua (playas), se debe informar a las autoridades que corresponda, a salud pública como a la población en general”, explicaron desde Yacyretá.
Según el informe, los especialistas se encuentran trabajando semanalmente en la toma de muestras semanales en los puntos de captación de agua para llevar adelante análisis de toxinas, si las condiciones actuales persisten en el tiempo.
El trabajo también advierte que la presencia masiva de cianobacterias supone un problema para el proceso de potabilización, “ya que obstruyen y colman los filtros y complican el proceso”.
Además, “en muchas ocasiones, aparte de la producción de toxinas confieren olores y sabores desagradables al agua”, precisaron los científicos involucrados en el estudio.
En la estación ubicada en el Puerto Libertad se registró que “todo el río Paraná, aguas abajo del Itaipú, tiene densidades importantes de estas algas, las cuales pueden aumentar rápidamente si se dan las condiciones ambientales propicias para su desarrollo”.
Desde Yacyretá explicaron que en Argentina las normativas en materia de calidad de agua no contemplan la obligatoriedad de detectar y medir toxinas de cianobacterias, como tampoco la vigilancia y control en ambientes utilizados para el establecimiento de agua potable.
Por ello, la Entidad Binacional y el grupo de investigación de la Universidad Nacional de Misiones reconocieron que en nuestro país el riesgo relativo de tener problemas de salud a causa de las floraciones de algas es alto.
“El tratamiento del agua potable no cumple con los procesos de eliminar toxinas (filtros de carbón activado, ozonización) y no existe información de monitorización que indique la presencia de cianobacterias y sus toxinas en los cuerpos de agua utilizados como fuente de abastecimiento”, precisaron.
El estudio recomienda a las autoridades implementar medidas preventivas y correctivas, así como “continuar con el monitoreo periódico de la calidad del agua con el fin de prevenir los efectos negativos y predecir la aparición de las mismas”.
A esto añadieron que “se debe tener en cuenta que las poblaciones de cianobacterias, especialmente en climas cálidos, pueden duplicar su tamaño en menos de dos días”.
Los estudios presentados solicitan atención a este fenómeno para “garantizar una calidad de agua adecuada a los diversos usos, principalmente entre los meses de noviembre y abril”.
Fuente: Diario Litoral