Los restos hundidos de la “Taragüí”, fueron identificadas por el doctor Esteban Horacio “Toto” Ibañez, y confirmadas por el vecino correntino Luciano Acosta. Fue hundido ex profeso por razones económicas, pero resurgieron en medio de la bajante. Apareció en la costanera correntina y Norte de Corrientes te lo cuenta. Espera por alguien que lo rescate del olvido.
“El yate o crucero de lujo de la Gobernación de Corrientes “La Taragüí” era un velero a motor construido en los astilleros Baader especialmente para uso del primer mandatario correntino, en sus viajes a distintos puntos del país y de la región a través de los ríos, cuando no se contaba aún con caminos en condiciones, rutas asfaltadas, y viajar en avión era costoso Llevaba al gobernador y su comitiva a Asunción, Buenos Aires, Santa Fe, Paraná, Rosario etc,” relató el conocido cirujano y actual concejal a Norte de Corrientes, Esteban “Toto” Ibáñez.
“Por ello desde el Gobierno de Corrientes se encargó este barco de la línea Támesis, para acondicionarlo especialmente para ese propósito. Con camarotes privados para el gobernador, el capitán y huéspedes oficiales, además de la tripulación, cocina, comedor, cubierta acondicionada para reuniones, y todo el casillaje acorde a la función oficial. Potenciado con motores Diesel, cuando el viento Norte soplaba en la región, impulsaba las velas del barco y alcanzaba su velocidad máxima rumbo a Buenos Aires, en viajes que debieron ser maravillosos”, contó con nostalgia Ibáñez.
“Con su casco de madera blanco, sus dos mástiles de velas, un largo de 16-18 metros y unos 5 metros de ancho, su amarradero estaba en la Punta Mitre, donde hoy está la marina del Club de Regatas Corrientes”, recordó a Norte de Corrientes.
“De gran belleza, su interior estaba adornado de maderas de cedro lustrado, rematadas en bronces relucientes, y era una figura reconocible en el río por su porte señorial y a la vez, denotativo de a quién trasladaba”, contó.
Algunos memoriosos citan que Jorge Luis Borges estuvo navegando como invitado de honor a bordo. Cada personaje ilustre que visitaba Corrientes era invitado a pasear por las costas de Corrientes.
“Hacia el final de los 60 y comienzos de los 70 debido a su alto costo de mantenimiento, fue lentamente desguazado en su interior. Le sacaron todo lo que tenía de valor, y no se sabe el destino que tuvieron esos elementos. Luego, simplemente, le abrieron las válvulas y los hundieron en la bahía de la Punta Tacuara, entre Chaco y Pago Largo, frente al edificio de Vialidad Nacional, donde como resistiendo al paso del tiempo, afloraron sus cuadernas, su casco derruido de tantos años bajo el agua, y las válvulas de bronce del final. Su desaparición es contemporánea a la del Trencito Económico”, se lamentó el concejal del Partido Nuevo. “Lo hubiesen conservado, no hundido, pero como muchas cosas, una mala costumbre de los correntinos es destruir sus propias cosas valiosas, en vez de aprovecharlas”.
Algunos dicen que en una noche de tormenta se fue a pique, fue una versión que circuló para esconder el estropicio oficial.
Fuente: Norte Corrientes