Cinco meses después de la introducción del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la ANSES está fortaleciendo su control sobre los beneficiarios. Mediante una resolución, se estipuló que revisarán los requisitos para los menores de 25 años que reciben la bonificación. A partir de ahora, las personas de 18 a 24 años que deseen seguir recibiendo la bonificación de 10.000 pesos tendrán que demostrar que viven solas o que ninguno de sus socios tiene un trabajo formal o una jubilación. También se revisará el nivel de gasto de estas familias.
Esto pone en evidencia a los 1,7 millones de jóvenes que solicitaron el beneficio como “hogares de una sola persona”. Según un informe de la ANSES hay 4,1 millones de hogares unipersonales entre los 9 millones de personas que reciben el bono de 10.000 pesos.
La proporción de jóvenes en hogares unipersonales salta así al 40%. La cifra es notable porque implica que hay 1,7 millones de jóvenes que dirigen sus propios hogares aunque no tengan ingresos fijos o no reciban prestaciones sociales.
Dentro del IFE, hay 2,5 millones de beneficiarios de entre 18 y 24 años, lo que representa el 28% del total. Esto significa que la mitad de los jóvenes del país a esta edad reciben el bono de 10.000 pesos.
Según los términos del IFE, sólo una persona por familia puede recibir el beneficio. Para recibir la prestación, todos los miembros del hogar deben cumplir las condiciones: estar desempleados o en un trabajo informal y no recibir una pensión, un plan social o un subsidio de desempleo. Los trabajadores domésticos constituyen una excepción a esta regla. Tienen derecho a la bonificación de la misma manera que los titulares de la prestación general por embarazo (AUE) y la prestación general por hijo (AUH).
Lo que la ANSES habría encontrado es que hay jóvenes que reciben el bono pero viven con personas que tienen un ingreso que los hace inelegibles para este beneficio.
La operación fue por lo tanto adaptada por una decisión del Ministerio de Trabajo. El decreto especifica cómo se tienen en cuenta los menores de 25 años que viven con sus padres. También confirma que los prisioneros no pueden recibir asistencia oficial.
“Si el solicitante es menor de 25 años y la dirección de residencia registrada en la ANSeS es la misma que la dirección de sus padres registrada en ese organismo, se considera que el grupo familiar está compuesto por el solicitante y sus padres a los efectos de los requisitos y otras condiciones aquí establecidas”, dice la norma. Esto significa que un joven de 24 años que solicita el IFE pero cuyos padres tienen un espacio vacío no puede recibir la asistencia. Esto se debe a que sólo se paga un IFE por grupo familiar.
Otro punto que se ha agregado es que la ANSES pedirá a la AFIP que realice las evaluaciones socioeconómicas y patrimoniales para determinar si una persona tiene acceso al IFE o no.
ANSES avanza ahora con el pago del tercer tramo del IFE y analiza simultáneamente lo que sucederá a partir de septiembre. Una de las alternativas que se están considerando es un cuarto lote del bono. La otra opción sería sustituir este beneficio por un programa más limitado que, bajo el formato de un ingreso básico, sólo llegaría a 3 millones de familias en situación de riesgo.
fuente:Clarín