Los dispositivos de seguridad nocturna para Navidad y Año Nuevo resultaron un éxito, según la Policía, aunque registraron grescas familiares en los barrios. Atrás quedaron los meses de tránsito restringido en Corrientes para evitar la transmisión de covid-19.
La movilidad urbana de la ciudad de Corrientes superó el 90 por ciento en las últimas dos semanas del 2020, de acuerdo a datos de la Subsecretaría de Sistemas y Tecnologías de la Información (Susti) y de la Policía.
En la semana previa a la Navidad, el titular de la Susti, Federico Ojeda, señaló que desde el lunes 18 se registró un 92 % de movilidad en la Capital, un valor común para las fechas festivas de diciembre. Por lo tanto, lo único que distingue a estas semanas es el uso masivo de barbijos y la sanitización constante de manos y espacios comunes como protección ante la pandemia de covid-19.
El aumento fue atribuido a las tradicionales compras de fin de año, a las que se le sumaron las flexibilizaciones en los horarios comerciales.
Estos son datos obtenidos a través del sistema de georreferencia de la telefonía celular. Mientras que desde la Policía de Corrientes señalaron a El Litoral que durante la Navidad y el Año Nuevo la movilidad en la ciudad alcanzó el 95 %, a partir del sondeo en los retenes que tuvieron el propósito de restringir el tránsito de vehículos y el ingreso de personas a lugares específicos como la costanera y los parques.
Atrás quedaron los meses de movilidad reducida por estrictos patrullajes nocturnos, con lo que el Gobierno de Corrientes tuvo el objetivo de bajar el tránsito de las personas hasta alrededor del 65 %, como en la fase 3 de noviembre.
La gestión gubernamental sostuvo desde marzo ese control a través de restricciones de tránsito e ingreso al microcentro, con el propósito de disminuir los contactos sociales y evitar contagios de coronavirus.
Operativo cerrojo
En el paso del 24 al 25 de diciembre, y del 31 al 1 de enero, la Policía de Corrientes desplegó su tradicional “operativo cerrojo” en la costanera de la ciudad y en puntos estratégicos de comercialización.
Así es que en los días previos a las dos fechas festivas cerca de 500 efectivos realizaron puestos de control centinela en comercios y cajeros automáticos, con el propósito de evitar arrebatos.
Desde la Jefatura de la Policía señalaron el normal desarrollo de ambos festejos, aunque reconocieron que tuvieron que asistir a grescas familiares en algunos barrios.
Mientras que gran parte de los propietarios de bares y negocios gastronómicos de la costanera decidieron no abrir las puertas de sus locales durante las noches del 24 y el 31, lo que evitó la afluencia de personas hacia ese sector. De todos modos, la Policía dispuso también de patrullajes en otras zonas de concurrencia masiva, como la avenida Libertad y los parques Mitre y Cambá Cuá.
Fuente: Diario Litoral