La pandemia está acelerando la propagación de medios de pagos sin contacto, ante el temor generalizado de manipular dinero.

En los últimos años, el mundo fintech ha estado produciendo nuevas formas de pago al vincular tarjetas de crédito y débito con cuentas bancarias a aplicaciones móviles mediante identificadores como códigos QR y autenticación de identidad en lugar de firmas o PIN, que están pasados de moda.

Los grados de adopción han sido variables. Hasta hace poco, tales aplicaciones eran consideradas de nicho, y solo eran comunes en mercados como China y Escandinavia donde casi no existe el dinero en papel. Sin embargo, en este contexto inédito a nivel mundial, estas aplicaciones de pago “sin contacto” que garantizan velocidad, conveniencia y seguridad, se han convertido en un bien preciado.

“Hemos visto una aceleración de la demanda de servicios sin contacto, desde el pago hasta la entrega”, dice Justin Peyton, jefe de estrategia y oficial de transformación de Wunderman Thompson.

“Las marcas que ya usaban estos medios de pagos se están viendo beneficiadas. Alipay, por ejemplo, desarrolló una función para ayudar a las empresas del área de Wuhan a para puedan vender sin contacto. En los Estados Unidos, donde solo había 64 millones de usuarios de pagos móviles de proximidad en 2019”, según eMarketer, “la tendencia se acelerará”.

“No deberíamos tocar nada”, señaló Richard Crone, CEO de pago móvil de la firma de investigación Crone Consulting LLC. Agregó que “la pandemia impulsará los pagos sin contacto entre un 10-20% adicional de transacciones en tiendas y cajeros automáticos. Él predice que el uso de servicios como PayPal, Venmo y Zelle también aumentarán.

Según informes, Amazon está trabajando en un sistema de reconocimiento manual para pagos en alimentos integrales. El sistema, cuyo nombre en código es Orville, escanea las manos de los compradores para que no tengan que tocar una pantalla o un teclado. Walmart modificó recientemente su sistema de autochequeo para que los compradores ya no tengan que tocar nada; ellos escanean un código QR en su lugar.

La aceleración en la penetración y aceptación de estas soluciones también llega a Latinoamérica. Un estudio realizado por Kantar Media señala que, pos-pandemia, 7 de cada 10 personas de la región seguirán usando métodos de pago sin contacto. Incluso, se destaca que hubo un crecimiento en la penetración del e-commerce desde que comenzó el aislamiento del 387%.

En Argentina, particularmente, el 76% de las personas elegirá los medios de pagos sin contacto al billete. Esto ya se ve, en el e-commerce que viene creciendo entre un 20 y 25%, y ya representa en volumen transaccional más del 20%, señala Sebastián Nuñez, CEO de GeoPagos, la empresa referente en la región en la creación de soluciones digitales de pagos y promoción de la inclusión financiera. Agregó que “una vez atravesada la crisis, jugarán un rol fundamental otros medios de pago en la región como ser Tap on Phone, la solución que permite que un dispositivo Android con tecnología NFC acepte pagos contactless, tanto de tarjetas de crédito como de débito, así como de otros medios de pago inalámbricos como Apple Pay, Google Pay, Samsung Pay y otras billeteras”.

En los últimos años, en Argentina hubo un avance considerable en el acceso de servicios financieros. Por ejemplo, en los últimos dos años (datos al 2019) hubo un crecimiento del 24% en la población que tiene una cuenta bancaria. Esto significa que, actualmente, el 80% de la población adulta tiene al menos una cuenta bancaria y una tarjeta de débito asociada. Sin embargo, todavía es necesario incrementar el número de puntos de acceso del sistema financiero, que se encuentra por debajo del de otros países de América Latina.

Además, estos puntos de acceso son particularmente escasos en las zonas de menor nivel socioeconómico y, cuando existen, suelen estar sobre demandados y dar lugar a largas colas. Con el creciente papel de la digitalización se podría aliviar la falta de capilaridad, aunque para eso es fundamental mejorar la infraestructura digital. No obstante, el mayor desafío en la agenda de inclusión financiera es potenciar el uso de los servicios financieros

Los Bancos, en este contexto, tienen un papel fundamental en la expansión significativa de la inclusión financiera a partir de la promoción de la aceptación para el sector no bancarizado ofreciendo agregadores que incluyan diferentes medios de pagos. Asimismo, la banca pública, como pasa en otros países, puede ser quien acompañe la expansión adoptando un rol social.

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