Dos grescas entre vecinos finalizaron con al menos cuatro heridos de diversa consideración en los barrios Patono y Virgen de los Dolores, en la zona Sur de la ciudad de Corrientes. Tres de ellos serían víctimas del robo cometido en una vivienda, quienes enfrentaron a los presuntos ladrones porque la Policía no acudía a sus llamados.
La riña cobró tal magnitud que incluso llegó a tener como escenario la vereda del Destacamento policial base del Grupo de Intervención Rápida (GIR), al cual lanzaron cascotes.
El primero de los incidentes ocurrió el sábado a la noche. Cerca de las 23:30 en Sebastián Gaboto y Malvinas Argentinas se produjo un enfrentamiento entre “conocidos”.
Esa esquina de la populosa barriada del Patono fue lugar del choque entre dos bandos que se cruzaron a causa de viejas rencillas y como consecuencia un hombre de 29 años, identificado como Roberto Oscar Barrios, sufrió una herida en la cabeza.
Según denunciaron familiares de Barrios, otro habitante de la zona al que identificaron con el alias de “Tile” lo atacó machete en mano, arma con la cual asestó un golpe.
Efectivos de la comisaría seccional Duodécima con el apoyo del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada debieron concurrir de urgencia a separar las partes.
El hombre lesionado fue trasladado hacia el Hospital Escuela y posteriormente al Hospital Vida.
El autor de la salvaje agresión logró escapar hacia el interior de un asentamiento. Se trata de un joven de amplios antecedentes delictivos.
Batalla campal
En el barrio Virgen de los Dolores el dueño de una vivienda denunció que una pandilla de reconocidos malhechores entró a robarle. Sin embargo, al momento de pedir ayuda a la Policía no tuvo las respuestas necesarias para el caso.
Ante ese panorama se produjo el enfrentamiento entre el damnificado, sus familiares y el grupo acusado de cometer el delito que estaría encabezado por un tal “Michi” y otro sujeto de alias “Aceite”.
La pelea con armas (se produjeron disparos) finalizó con tres personas heridas. Ellas fueron una mujer llamada Roxana de 38 años, su hijo Héctor de 18 y el padre de este joven, Víctor, de 37, informaron a época fuentes policiales. Son quienes denunciaron el acto de robo.
La refriega llegó hasta el destacamento del GIR, casi frente al acceso principal del cementerio San Juan Bautista, contra el cual arrojaron elementos contundentes.
En esa base había nada más que un solo policía de guardia porque el resto cuidaba el predio donde hubo un espectáculo deportivo en costanera Juan Pablo II.
Tal efectivo solo atinó a pedir refuerzos insistentemente mientras las escaramuzas continuaron hacia otra parte de la barriada.
Fuente: Diario época