Son videos tanto de cámaras de seguridad de la Unidad Penal 1 como de internos y vecinos del lugar. Se está a la espera de conocer la forma en que tomarán las numerosas testimoniales, a testigos como a “sospechosos”, debido a las medidas por el COVID-19.
La investigación iniciada a partir de la muerte de un preso en la Unidad Penal Número 1 de la capital provincial, registrada en la revuelta del día martes, tendría un complejo camino hasta conocer todos los detalles.
Mientras se realiza el relevamiento minucioso de más de diez filmaciones, la Justicia evalúa cómo y cuándo comenzarían a recabar la testimonial de testigos y “sospechosos”, dada ciertas dificultades vinculadas a la prevención de contagios de COVID-19.
Las grabaciones que están a disposición de la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción en turno, a cargo de Gustavo Robineau y Josefina María González Cabañas, respectivamente, son aquellas tomadas de cámaras de seguridad del propio establecimiento carcelario, difundidas en redes sociales por parte de vecinos e incluso (tal vez las más contundentes) aquellas que realizaron los internos con el uso de teléfonos celulares.
José María Candia, de 23 años, murió a causa del impacto de múltiples proyectiles. Esas municiones partieron de distintos cartuchos. Sufrió lesiones con postas de goma y de plomo.
El joven purgaba condena como responsable de un robo agravado.
Un video lo muestra enfrentándose, armado con una “chuza”, con un grupo de efectivos. Aquí se hallaría una primera clave. Determinar a qué fuerza pertenecen estos uniformados ya que además del Servicio Penitenciario intervinieron Divisiones Especiales de la Policía.
“Hay informes detallados del personal actuante, en particular de todos aquellos que portaban las armas para afrontar esta clase de situaciones”, dijo, extraoficialmente, una fuente penitenciaria.
Aquel día, pocos minutos después de las 14, comenzó un enfrentamiento entre internos de los pabellones 9 y 10 con agentes de guardia.
No está claro el inicio de la refriega. Los convictos sostienen que les dispararon cuando uno de ellos fue a buscar al otro lado de una reja (interna) la pelota con la cual jugaban al fútbol.
Luego de corridas, cascotazos, disparos de gases lacrimógenos y una alta tensión a las 15:55 constataron el fallecimiento de Candia, después de ser llevado primero al área de sanidad del Penal y desde allí al Hospital Escuela.
Una docena de heridos se registró en los incidentes, entre internos, guardiacárceles y un policía.
“Durante el intento de recuperación del orden y la agresión que se daba dentro del penal, la fuerza tuvo que intervenir y se produjeron disparos de arma de fuego. Todo eso está sujeto a la investigación penal. Vamos a llegar hasta donde sea necesario para esclarecer y ver cómo se actuó, quién fue el responsable y por qué se produjeron esos disparos de fuego antitumulto”, dijo el ministro de Seguridad Juan José López Desimoni.
“Estamos juntando todas las pruebas y todos los testimonios, así como también los videos que pudimos recolectar para tratar de llegar a determinar cómo sucedieron los hechos y concluyó con la muerte de José María Candia”, dijo la jueza de Instrucción Nº3, María Josefina González Cabaña. “Estamos reuniendo todas las pruebas, trabajando lo más rápido posible, teniendo en cuenta la cantidad de pruebas y de gente involucradas y que hay que valorar”, explicó en referencia a las reuniones permanentes que mantiene con el fiscal Robineau.
Fuente: Diario época