El grupo correntinos contra el cam­bio climático volverá a tener activi­dad este sábado. Impulsan la instala­ción de ceniceros públicos.

Tras su primera inter­vención, en la que más de 50 personas se sumaron de manera voluntaria a la ac­ción, Correntinos Contra el Cambio Climático deci­dieron volver a realizar una convocatoria, esta vez para el sábado 8 de febrero en la zona de la playa Islas Malvi­nas. Desde la organización destacaron que el objetivo es poder generar concien­cia en la población sobre la importancia del cuidado del medioambiente, para cuidar el planeta.

Quienes quieran sumar se deberán reunirse en el pun­to de convocatoria, que será en la esquina de la avenida costanera Gral, San Martín y Edison, a las 18. Debe­rán llevar guantes, botellas plásticas -que serán utiliza­das como contenedores- y todo lo que crean necesa­rio para protegerse del sol. Desde la ONG destacaron que decidieron realizar la actividad debido a la amplia respuesta obtenida por par­te de los correntinos.

Nicolás Duarte es uno de los referentes de la entidad, y destacó cómo la gente se sumó a juntar colillas. “Todos las vemos todo el tiempo y sabemos que con­taminan, ahora es momen­to de que hagamos algo”, resumió.

Además, el grupo busca avanzar en otros puntos y esta semana lanzó una propuesta que busca colo­car ceniceros en las playas correntinas para dar solu­ción y evitar que las colillas terminen en la arena o en el río.

Mediante una página web juntan firmas para demos­trar la importancia de que las playas correntinas cuen­ten con este tipo de elemen­tos. “El cambio climático es una problemática ambiental que se nos atribuye directa­mente a los seres humanos, una de las principales cau­sas es la contaminación. Las colillas representan un gran porcentaje de los residuos tóxicos que produce el ser humano. Éstas contienen más de 7.000 sustancias tóxicas que envenenan el medioambiente, algunas de ellas cancerígenas para el ser humano, además de que representan entre el 30 y el 40% de los objetos recogi­dos en las actividades de la limpieza costera y urbana, llegando una sola colilla a contaminar hasta 70 litros de agua potable y tardar hasta 5 años en descompo­nerse”,  explicó el referente de la institución.

Además la propuesta busca establecer primera­mente en la zona de playa un sector para fumadores, preestablecido con sus co­rrespondientes colilleros. “Lo que buscamos es que esta acción, que nace de la gente común, pueda visua­lizarse”, resaltó.

EN EMPEDRADO

Similar iniciativa tuvie­ron en la intendencia de Empedrado, donde a fines del año pasado al limpiar las playas observaron que la mayor cantidad de ba­sura estaba compuesta por colillas, por ello, de manera artesanal confeccionaron ceniceros que colocaron en los ingresos a los bal­nearios municipales, con el lema “Orillas sin colillas”, desde el área de turismo de la Comuna destacaron la buena predisposición de los vecinos para usar los ceniceros.

Fuente: Diario Norte

Deja un comentario