Los peritos giraron a la fiscal de la causa la información obtenida en los aparatos de los imputados.
El lunes se entregó a la fiscal Verónica Zambo, de la Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI 6), la información extraída de los 10 teléfonos, 9 pertenecientes a los rugbiers y el de Pablo Ventura.
Una fuente explicó que la extracción de datos incluyó información de la mensajería de texto, WathsApp, capturas de pantalla y videos, incluso que hayan podido ser eliminados.
Según informa el diario La Nación, los investigadores hallaron en los celulares cargadas y memes de Ventura, lo que refuerza la hipótesis del bullying contra el remero y deja claro que no se trata de “una joda” el hecho de culparlo.
Lo primero que hicieron algunos de los rugbiers cuando llegó la policía a la casa que alquilaban fue dar datos precisos sobre cómo había escapado Ventura. Según consta en el expediente, había un sospechoso llamado “Pablo Ventura” se había ido de la ciudad balnearia en un Peugeot 208 blanco a las 7:30 de la mañana del 18 de enero.
Otro dato fundamental que trascendió, y que echa por tierra la teoría de que los detenidos ignoraban que Fernando había fallecido, es que uno de ellos puso en un chat “No escriban más que lo matamos”, siete horas después del crimen, antes de que la policía los detuviera y les secuestrara los celulares.
La División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA) investigó el Iphone 3 negro que pertenece a Máximo Thomsen (20), uno de los acusados de ser coautor del homicidio, y quien decidió no entregar la clave de acceso, al igual que los otros rugbiers. Los otros cinco celulares de la misma marca pertenecen a Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19).
Los peritajes incluyen también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Báez Sosa, un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (18), y el Huawei BLL23 gris de Ciro Pertossi (19), el otro rugbier imputado como coautor del homicidio. El único del grupo cuyo celular no fue fue el de Ayrton Viollaz (20), uno de los acusados de ser “partícipe necesario” en el crimen.
El décimo dispositivo es el de Pablo Ventura (21), un Samsung S10 que le fue secuestrado al remero cuando fue detenido en la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana, y que fue desbloqueado con la clave que el propio imputado brindó a la fiscal tras su liberación.