A través de un comunicado, la Asociación Forestal Argentina lamentó las declaraciones ofrecidas por el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, al respecto de los incendios que en forma trágica están azotando a la provincia de Corrientes.
Días atrás, el Ministro afirmó que, de las 300.000 hectáreas afectadas, “el 90% son forestaciones y responsabilizó a los productores forestales de los incendios. Es necesario aclarar los dichos, porque situaciones de emergencia como las actuales deben servir de experiencia para una mejor atención integral de los incendios rurales, que lamentablemente -y dado el cambio climático- pueden seguir repitiéndose periódicamente.
La demonización de una actividad productiva -como son las plantaciones forestales, que proveen materia prima en forma sostenible a diversas cadenas productivas, involucran a 6.000 PYMES, generan más de 100.000 empleos directos y constituyen la única actividad clave para mitigar el cambio climático-. Es aquí donde el Ministro, no solo equivoca el diagnóstico, sino, además, no colabora para construir una política integral sobre el manejo de fuego.
Los datos son claros
La superficie afectada por incendios según cobertura vegetal está siendo monitoreada por el INTA EFA Corrientes mediante imágenes satelitales. El informe de los incendios al 7 de febrero indica que, desde que comenzaron a mediados de enero, se estima una superficie quemada de 518.965 has, de las cuales solo el 2% corresponde a plantaciones forestales y el 4% a bosques nativos.
Cobertura Vegetal Superficie quemada (ha)
Bosque nativo 22.509
Bosques cultivados 12.536
Pastizales 163.984
Malezales 123.567
Esteros y otros bañados 123.899
Vegetación de valles aluvionales 41.037
Otras Areas 31.433
TOTAL 518.965
Por otro lado, los motivos detrás de la presencia excepcional de incendios rurales están vinculados a una situación climática excepcional. “En el mes de diciembre pasado se envió una nota al Ministro Juan Cabandié alertando sobre la situación de emergencia que se preveía iba a suceder en la Mesopotamia. En la nota se señala que: “actualmente existen condiciones ambientales críticas por las que atraviesa la cuenca de la Mesopotamia. Existen indicadores, utilizados para establecer los índices de incendio, que se encuentran muy por encima de los valores testigo – observables. El índice de carga de combustible disponible para ignición se encuentra cerca de los máximos históricos, por lo que en caso de darse focos de incendio serán de comportamiento extremo y catastrófico”. Ante esta situación, se le solicitó que se prevea apoyo aéreo en la zona y además se solicitó “una fuerte campaña de difusión nacional que permita la sensibilización y concientización de las personas””, indica el comunicado.
“Nunca se obtuvo respuesta a esta nota” , señalaron y agregaron que “sólo se solicitaba que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS) cumpla con la responsabilidad de prevención que le asigna la Ley 26815 de Manejo del Fuego, en particular en su Artículo 4, como autoridad de aplicación de la misma”.
El manejo del fuego rural requiere de una política integral: la prevención, la detección, la alerta temprana y el ataque rápido con recursos humanos, sistemas de información y tecnología adecuada; y dada la estructura federal del país, la coordinación interjurisdiccional de acuerdo a los alcances del siniestro. La probabilidad de que los incendios rurales se produzcan y que una vez producidos puedan ser suprimidos en forma segura para las personas, con rapidez y daño acotado en el territorio, depende directamente de la coordinación en la aplicación integral de políticas, herramientas y recursos adecuados en la prevención, presupresión y combate de los mismos. Las Provincias son las responsables directas en el manejo del fuego. El MAyDS es el responsable de la coordinación interjurisdiccional de las acciones, incluyendo, la planificación nacional por ecorregión (Art. 10 de la Ley) que no se cumple.
El sector forestal puede mostrar la experiencia positiva en las zonas de acción de los Consorcios de Manejo del Fuego, que permiten coordinar las acciones de prevención, alerta temprana y ataque rápido, que incluyen sistemas de detección de incendios, 90 brigadas propias (en acción actualmente) y el diálogo y la articulación con defensa civil y los bomberos municipales.
La emergencia por los incendios no ha terminado. Las condiciones climáticas siguen señalando que el riesgo de incendios sigue siendo extremo. Las declaraciones que ha realizado el ministro al momento no ayudan ni a prevenir ni a apagar incendios. Solicitamos que ante esta tragedia ambiental y social se muestre responsabilidad y empatía con los principales afectados, como son las comunidades, los productores rurales y los combatientes de incendios.