En la imagen aparecen seis de los imputados, junto al sospechoso número 11.
En la investigación, apareció una foto que se tomaron los rugbiers imputados en el crimen de Fernando Báez Sosa, minutos después de asesinarlo, donde se los ve posando sonrientes y con pulgares para arriba.
La “selfie” fue sacada por Blas Cinalli, quien está acompañado por otros cinco de los acusados: Máximo Thomsen, Luciano y Lucas Pertossi, Juan Pedro Guarino, y Ayrton Viollaz. Y además, hay otro joven que viste buzo azul, quien hasta el momento no fue identificado.
Según la querella, la foto fue sacada a las 5:11, en la casa que hospedaron para sus vacaciones, donde se los ve sonrientes y distendidos a menos de media hora de haber asesinado a Fernando.
A las 04:55, Lucas Pertossi escribió en el chat que tenían en común: “Estoy cerca de donde está el pibe (Fernando) y están todos a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”.
A las 05.48, Thomsen mandó al grupo de WhatsApp una foto desde Mc Donald´s. Y a las 05.59, Blas Cinalli escribió: “Vengan a la casa. Ya volvimos con Pipo”. Ese apodo sería la prueba para identificar al sospechoso número 11, que figura en la foto y en otro video junto a los rugbiers.
Investigación
Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima fatal, aseguró que aún hay elementos de “fundamental importancia que todavía no fueron evaluados”, en la investigación, donde destaca conversaciones de los acusados, tras cometer el crimen.
“Hay comunicaciones tremendas. Te digo una liviana, donde se pedían flores después de cometer el hecho y donde anuncian que habían matado a una persona. Entonces le dicen: ‘Matamos a uno, ¿cuándo traés las flores (marihuana) para fumar?’”, reveló el abogado en diálogo con A24.