Chaqueños y correntinos le piden a la dirigencia política respuestas concretas para atender cuestiones sanitarias, laborales y afectivas.

Con una situación sanitaria estabilizada en cuanto al crecimiento de número de contagios, con flexibilizaciones puertas hacia adentro que llevan a que prácticamente no existan impedimentos para moverse por la geografía provincial, no hay motivos para mantener las restricciones a la circulación entre dos provincias tan hermanadas como lo son Chaco y Corrientes.

Es cierto que a inicios de la pandemia la situación entre uno y otro distrito era diferente en cuanto al avance del patógeno, el Chaco estaba entre los puntos de mayores infectados, del otro lado del puente la pandemia se veía prácticamente como algo ajeno; pero hoy además de estar ante una situación distinta también es no menor el tiempo como variable, que hoy atenta contra la posibilidad de acceder a tratamientos médicos, golpea relaciones afectivas y también contratiempos laborales.

‘Tengo problemas coronarios graves, me atiendo en el Cardiológico y las consultas las hago a mi médico por teléfono; pero tengo suspendidos estudios que debía realizarme en mayo‘, señala Oscar Aquino, un correntino que reside en la capital chaqueña y es uno de los integrantes de los tres grupos de WhastsApp que conforman quienes padecen las limitaciones a la circulación.

La demanda colectiva comenzó a visibilizarse hace poco menos de un mes. La creación de la página de Facebook “Liberen el Puente Gral. Belgrano” dio paso a otras formas de comunicación y allí empezó el activismo.

Reuniones periódicas en la laguna Argüello, caravanas hasta el paso interprovincial para marcar el descontento y otras acciones llevaron a la búsqueda de un interlocutor con el gobierno correntino, sin que existan respuestas.

‘Tengo mi madre en Itatí de 86 años a la que no veo desde marzo, no se nos puede privar tanto tiempo de nuestros seres queridos‘, agrega Oscar, cuyo teléfono es 362-4546531, para quienes deseen sumarse.

Claudia Kaegi es una kinesióloga que vive en Resistencia pero se desempeña laboralmente en Corrientes. En su caso, en estos últimos meses, las restricciones al paso le generaron la imposibilidad de acceder a atenciones médicas a ella y a su grupo familiar.

‘Tengo la obra social del Ioscor que obviamente no opera en la provincia y cada estudio o consulta debo abonarla en efectivo. Cuando intenté solicitar los permisos nunca pude obtener una respuesta favorable‘, lamenta.

Primero fue Claudia, que ante una urgencia odontológica debió resolver la consulta por teléfono, pero lo más grave es lo que ocurre con sus hijas.

La menor, de 13 años, precisa estudios complejos que actualmente le están imposibilitados pero lo mismo ocurre con la mayor, de 21 años, que padece una discapacidad y no está accediendo a tratamientos de control que revisten importancia.

‘Intenté con secretarias de ministros, con otras autoridades, todo el mundo te dice que entiende la situación pero las respuestas no llegan. Y además cuando uno solicita los permisos al gobierno, nunca puede completar el trámite. Y sin la solicitud, en el puente no podes cruzar‘, aclaró.

Fuente: Radio Dos

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