En el transcurso de la semana se concretará una reunión con autoridades, donde se fijará la fecha para volver a recibir fieles. El templo fue acondicionado para rezo pero no estará habilitado para misas.

La pandemia del coronavirus obligó a cambios drásticos en distintos hábitos y la Iglesia no escapó a estas “variables sanitarias” que harán dejar atrás, al menos por el momento, las misas y el contacto habitual en los templos.

La basílica de Itatí recibe durante el año a miles de fieles, y el templo de la Patrona provincial quedó cerrado desde el comienzo de la cuarentena obligatoria, además de planificar en forma anticipada la suspensión de la multitudinaria celebración del próximo 16 de julio, día de la coronación pontificia de la Virgen.

Por estos días, y ya con medidas de flexibilización vigente en casi todo el territorio provincial, autoridades itateñas y del templo religioso planifican lo que será la reapertura de la Basílica, las medidas sanitarias a cumplir y la modalidad con la que se recibirá a los fieles.

Si bien no hay una fecha exacta para que reabra sus puertas, desde la Basílica informaron a La República que en el transcurso de la semana en curso se concretará una reunión entre las partes, en la que quedará establecido el día para que los fieles puedan volver al templo, pero además en la oportunidad se fijarán las pautas sanitarias que se deberá cumplir en el lugar.

“Tenemos casi todo listo en las instalaciones de la Basílica, se realizó una adecuación de los espacios para poder tener el distanciamiento requerido entre las personas. Los bancos fueron acomodados para ese fin”, explicó Mariano Martínez, vocero del templo, quien además aclaró que por el momento no se fijó una fecha para la reapertura “pero creemos que entre el miércoles y el viernes se va a concretar la reunión con las autoridades del Municipio y ahí se van a establecer tanto las medidas sanitarias requeridas como el día de reapertura”.

En ese marco de adecuación del santuario, Martínez aclaró que la reapertura del templo será para el ingreso de fieles para rezo, en tanto que las misas por ahora seguirán restringidas.

“La idea es que las puertas se abran para que las personas puedan ingresar, hacer su oración y retirarse; las misas no se celebrarán por ahora en forma presencial”, explicó Martínez. “Además de la adecuación de los bancos, vamos a tomar medidas sanitarias en el acceso con la desinfección obligatoria a todas las personas y no se podrán tocar las imágenes”, agregó.

Fuente: La República

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