La Dirección de Recursos Naturales de la Provincia analiza extender el periodo de veda por el nivel de agua del río Paraná. Ayer, la altura llegó a 1,68 m en el Puerto de Corrientes y se mantuvo a 0,80 cm en Ituzaingó.
La veda extraordinaria entró en vigencia el pasado 4 de noviembre y tiene fecha de caducidad el 23 de diciembre. En el área comprendida entre la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná (frente a Paso de la Patria) hasta el arroyo Itá Embé (límite con Misiones) está absolutamente prohibida la pesca.
La veda extendida, por otra parte, abarca desde la confluencia de los dos cauces hasta la desembocadura del arroyo San Lorenzo (límite entre Empedrado y Saladas). En esta zona, los pescadores comerciales sólo pueden trabajar de lunes a viernes y los deportivos de jueves a lunes. La fecha límite es el 31 de diciembre.
El director de Recursos Naturales de la Provincia, Carlos Bacque, informó a época que los encargados de diagramar los controles se reunirán esta semana con expertos en la fauna ictícola de la Universidad Nacional del Nordeste.
En la junta, los científicos les revelarán un informe con el comportamiento de los peces.
“La situación actual del río es más preocupante que cuando arrancamos con la veda. Por ello, estamos atentos y estudiamos el cauce a fin de tomar las medidas correctas para preservar la fauna”, señaló.
Sobre los controles que se realizan diariamente aguas arriba del río Paraná comentó: “Los primeros días tuvimos inconvenientes con pescadores argentinos de Paso de la Patria e Itá Ibaté, luego se normalizó”.
Por ahora, los problemas persisten con pescadores paraguayos que en ocasiones se lanzan a capturar los peces en la zona prohibida. “Es difícil iniciar una persecución ya que cuentan con motores más grandes y huyen rápidamente cuando ven las lanchas ”, afirmó.
A pesar de ello, Bacque aseguró que no se ha labrado una gran cantidad de actas de infracción y que “la gente está acatando la medida”.
Una bajante pronunciada
La altura del cauce en las costas de la ciudad de Corrientes sigue siendo preocupante y complica la navegación. El hidrómetro de Prefectura Naval midió ayer 1,68 m en el puerto, una de las marcas más bajas del año.
“En 40 años, nunca vi una bajante del nivel del agua tan pronunciada”, expresó a este medio el jefe del Departamento Fiscalización de la Dirección de Recursos Naturales, Jorge Silva Coré.
Él recorrió en los últimos días las áreas cercanas a la represa Yacyretá. “No hay agua en el Paraná”, lamentó.
En las costas de Ituzaingó, el nivel del agua se mantiene oscilante centímetros abajo y arriba del metro hace un año.
El presidente de la Administración Provincial del Agua de Chaco, Francisco Zisuela, anticipó que se esperan las lluvias en la cuenca del río Iguazú a mediados de diciembre.
Las precipitaciones, previstas por el Instituto Nacional del Agua, darían un poco de alivio ante el contexto preocupante.
Reclamo en Goya
La Asociación de Pescadores Deportivos de Goya exigió el domingo a la tarde más controles en la zona (foto principal). Una veintena de lanchas hicieron una “flotada” desde la playa El Ingá hasta el flotante de la Costanera. Juntos firmaron un petitorio que se hará llegar al Gobernador con una solicitud de veda única para toda la provincia “con un criterio biológico y no comercial”.
Fuente: Diario época