Los equipos no están recomendados por la Organización Mundial de la Salud y no tienen habilitación del ANMAT.

El reclamo de prohibición de las cabinas sanitizantes que sostienen diferentes sociedades científicas des­de fines de abril se materia­lizó en una medida cautelar que solicita al Ministerio de Salud de la Nación que “suspenda la comercializa­ción y utilización destinada a seres humanos” de estos dispositivos no autorizados por la Anmat y desaconse­jados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La medida caute­lar autónoma e innovativa fue presentada ayer ante la Cámara Nacional de Ape­laciones en lo Contencioso Administrativo Federal con sede en Buenos Aires por la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental (Sib­sa), una asociación civil que agrupa a sociedades, profe­sionales y técnicos dedica­dos a esta transdisciplina que estudia las amenazas y vulnerabilidades socioam­bientales.

El escrito, al que tuvo acceso Télam, busca pre­servar “la salud pública y el derecho a la salud de aque­llos ciudadanos que son ex­puestos -sin razones cien­tíficas que lo justifiquen- a cabinas sanitizantes o túneles de desinfección” como medida para evitar la diseminación de la co­vid-19, “hasta tanto se dicte una resolución definitiva en el marco de un procedi­miento administrativo” que inició la organización ante el Ministerio.

En diferentes hospitales, cárceles, municipios y co­mercios del país se insta­laron cabinas sanitizantes de este tipo, que se venden en Mercado Libre a precios que van desde los 8.000 a los 630 mil pesos y se al­quilan desde 1.200 pesos mensuales. Según describió Sibsa, se trata de estructu­ras con forma de túneles, gabinetes o cabinas con capacidad para contener a una persona de pie, que al ingresar es blanco de dife­rentes procedimientos de desinfección, ya sea por rociado de productos químicos como amonio cuaternario, povidona yodada, cloruro de ben­zalconio y peróxido de hidrógeno, exposición a ozono o radiación con rayos ultravioleta de tipo C (UV-C).

La Sociedad Iberoame­ricana alertó que si bien estas cabinas ya existían y se usaban en objetos, como vehículos, instrumental quirúrgico y camillas, la pandemia de coronavirus trajo como novedad expe­riencias de aplicación en personas. Los Ministerios de Salud de Colombia, Perú, México, Uruguay, Chile y España ya las prohibieron, mientras en Argentina la Administración Nacional de Medicamentos, Alimen­tos y Tecnología Médica (Anmat) informó que “las cabinas sanitizantes o tú­neles de desinfección no se encuentran autorizadas” en el país.

“Algunos productos utili­zados por este tipo de me­canismos se encuentran inscriptos ante la Anmat, pero su eficacia y seguridad está demostrada para el uso en superficies inertes, no contándose con evidencia que demuestre su eficacia y seguridad para aplicar­se sobre personas con el fin de descontaminar para covid-19”, dijeron fuentes de la Anmat citada por la agencia oficial Télam. Ade­más, advirtieron que “al ser aplicados sobre las perso­nas, aún en baja concen­tración o por tiempo breve, pueden causar potenciales efectos irritantes para la piel y mucosas, reacciones cutáneas, lesiones oculares y afectación del tracto res­piratorio”.

La Organización Pana­mericana de la Salud (OPS) sostuvo en un comunica­do que su uso “no se reco­mienda en humanos”, por­que además “no son efecti­vos para inactivar el virus” y “pueden conducir a una mayor dispersión involun­taria” de este patógeno.

Fuente: Télam

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