Desde la Fiscalía Federal revelaron que cerró otra jornada de infructuosa búsqueda, aunque confirmaron que seguirán con las excavaciones en el arroyo de Uruguayana donde se presume que habrían enterrado al joven desaparecido en 2003.
El fiscal federal de Corrientes, Flavio Ferrini, confirmó ayer que continúan con la búsqueda del cuerpo de Cristian Schaerer en un arroyo de Uruguayana, Brasil.
Remarcó que continúan la búsqueda de Cristian Schaerer sin que hasta el momento se hayan hallado restos “de ningún tipo”, en la etapa de preparación del terreno donde un testigo de identidad reservada señaló que fue depositado el cuerpo, según indicaron ayer a El Litoral Web fuentes judiciales. “Hasta el momento no se ha reportado el hallazgo de restos de ningún tipo”, remarcó el fiscal.
El funcionario explicó que actualmente la búsqueda del joven secuestrado en 2003 se encuentra en una etapa de preparación del terreno donde habrían escondido sus restos.
“El que se desarrolla actualmente es un trabajo necesario para dejar en condiciones el campo”, indicó Ferrini.
Señaló además que en el lugar, el arroyo Imboa, “habrá gente entrenada” para el rastrillaje y examinación de restos en caso de que se concluya con la actual etapa del plan, dedicado al desagote de 25 metros de longitud de ese curso de agua que desemboca en el río Uruguay, a la altura de la ciudad brasileña de Uruguayana.
En cuanto a cómo se llegó a esta instancia, dijeron que fue por la aparición de un testigo de nacionalidad brasileña.
Esta persona fue aportada por la Policía Federal de ese país que colaboró en varias tareas de inteligencia en el caso. Según la investigación, el joven estuvo cautivo bastante tiempo en Uruguayana, y la tarea de deshacerse del cuerpo habría estado en manos de canoeros dedicados al contrabando a través del río Uruguay.
En 2003, tras el secuestro perpetrado el 21 de septiembre, la familia de Cristian recibió una grabación del joven pidiendo que paguen el rescate, tras lo cual abonó 277 mil dólares. Sin embargo, nada supieron del joven, cuyo cuerpo aún no ha sido hallado.
En una zona selvática y de aguas turbias se buscó el cuerpo en 2018 y en abril de 2019 con buzos tácticos y rastrillos; ahora se procederá a vaciar el afluente del río para que los antropólogos puedan ingresar al lecho y buscar restos óseos.
Fuente: Diario Litoral