El “faceshield” se fabrica con impresoras 3D en 90 minutos. Está pensado para el personal médico.mas

La Universidad de Chile diseñó una máscara facial protectora que funciona como un “escudo” contra el coronavirus: se puede fabricar en impresoras 3D, es compostable y de uso abierto. Es complementario del barbijo N95, ya que prolonga su uso y está pensado para el personal de salud.

El Laboratorio de Fabricación Digital (FabLab) de la universidad pública chilena respondió al llamado de la Asociación de Fabricantes frente a la Emergencia Sanitaria (AFES) y desarrolló un escudo facial (llamado faceshield, en inglés) a bajo costo.

El escudo facial está compuesto por un cintillo imprimible en 3D -en ácido poliláctico (PLA), un polímero con propiedades semejantes al PET, que es biodegradable bajo ciertas condiciones a temperaturas cercanas a 60 grados- y una mica tamaño carta (como las de librería).

“Fue validada clínicamente en conjunto con un médico de la Red UC-Christus. Es funcional, complementa las mascarillas N95, protege al personal de salud del virus suspendido y además cumple con el objetivo secundario de aumentar el periodo de uso higiénico de las N95, que se van a acabar pronto, por lo que es pertinente alargar su uso”, señaló Danisa Peric, directora del FabLab de la Universidad de Chile.

El diseño se inspiró en un modelo de los desarrolladores de impresoras Prusa (República Checa), pero -a diferencia del original- no requiere ninguna perforación en la mica, lo que hace que el proceso sea más higiénico y durable.”Está orientado a ser un dispositivo que sea masivo, barato y reutilizable”, comentó Peric “Nos integramos a la AFES para que ellos pudieran coordinar una red de impresores nacionales. Hoy manejan 300 profesionales u oficinas que van a poner a disposición sus impresoras para procesar los encargos que se vayan realizando”, agregó.

En Argentina, análogamente, el creador Gino Tubaro impulsa un proyecto similar:

Fuente: Diario Clarín

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