El perro falleció como consecuencia de un accidente de tránsito. A prin­cipios de mayo había superado una enfermedad renal.

Cartucho, el perro con rango de sargento de la Poli­cía, falleció en la mañana de ayer, tras prestar servicios durante más de 10 años en la comisaría séptima del ba­rrio Mil Viviendas, lugar que eligió para vivir. Por la tarde, en la División Canes, se rea­lizó una ceremonia, donde con palabras emotivas por parte de los efectivos que lo cuidaban y estan con él a diario, se le brindó el último adiós.

Simpático y siempre aler­ta, el animal logró conver­tirse en un ícono de la comi­saría donde prestó servicios y realizó sus más conocidas hazañas.

En contacto con NORTE de Corrientes, el comisario Erasmo González, al frente de la mencionada seccio­nal, destacó que falleció como consecuencia de un accidente que ocurrió en la mañana de ayer, y resaltó el profundo pesar de quienes integran la unidad.

“Todos lo conocían, era nuestro compañero y ca­marada, con los años se fue poniendo viejo y ya no tenía la agilidad para subir al mó­vil, pero él siempre buscaba acercarse, para acompañar en cada salida”.

En las últimas semanas había sufrido una recaída, pero gracias al acompaña­miento de los veterinarios y de sus cuidadoras, estaba bien repuesto”, contó.

Según se sabe, tenía 18 años. “Su andar era lento, pero el aún salía todos los días, se ubicaba cerca del mástil para tomar sol y no faltó a ni un desfile patrio en la costanera”, resumió un miembro de la comisaría.

Entre las anécdotas pe­rrunas se destaca su partici­pación en la captura de mal­vivientes, lo que lo llevó a alcanzar el cargo honorífico de sargento, y lo conocieron más de cerca, resaltaron que sus virtudes eran infinitas.

“Supo ser alegre, compa­ñero y, sobre todo, siempre muy alerta. Él siempre sabía cuándo había operativo y se preparaba a la par de todos los policías, era el primero en subir al móvil”, recordó uno de los agentes que lo consideraba su camarada.

La ceremonia

En la tarde de ayer hubo lágrimas en la Unidad Canes de la Policía de la provincia, además de la presencia de altas autoridades, ya que la ceremonia incluyó el proto­colo que corresponde a un sargento en funciones.

Cartucho nunca abando­nó la sede policial, el lugar que el mismo eligió para vi­vir y donde también lo sor­prendió la tragedia.

Tras la ceremonia oficial el uniforme y la gorra le fue­ron entregados a los dueños del can.

La historia

Su nombre era Milton y su dueño funcionario de la Policía, pero todos los cono­cieron como Cartucho. Hace siete años, cuando su dueño se fue de esa seccional, el can se quiso quedar.

Y así llegó hasta 2017, año en el que lo nombraron sar­gento y en que se generó una polémica en la fuerza poli­cial, que terminó suscitando controversias en la cúpula oficial.

Fue el 29 de julio, el día que Cartucho mordió a una nena de dos años, en la sec­cional policial.

El jefe de la fuerza de se­guridad de Corrientes no dudó, y su medida fue tajan­te: prohibir la presencia de mascotas en las comisarías.

De esta manera, el perro fue retirado del lugar, pero nadie imaginaría que luego movilizaría tanta atención de la ciudadanía.

La orden del comisario mayor, Julio César Gómez, impactó en los medios mientras la imagen del perro recorría las redes sociales, y todos quienes lo conocían daban cuenta de las histo­rias del animalito, el que se había logrado ganar el amor del barrio Mil Viviendas. Poco después el sargento volvió a la comisaría donde continúo su vida.

Patricia y Vanesa fueron siempre las encargadas de suministrarle la medicación, además de darle el alimento que le cocinaban de manera especial.

Fuente: Diario Norte

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