La noticia revela la facilidad del contagio, que hace más dificil y prolongada la lucha contra la pandemia.

El coronavirus queda suspendido en el aire más tiempo de lo que se pensaba porque se trasmite sobre todo a través de las gotitas de saliva en el aire, pero también se esparcen en aerosol. Tanto es así que la Organización Mundial de la Salud estudia revisar las normas. Y el Instituto de Física Nuclear y la Universidad de Catania han realizado con urgencia un aparato que simula potentes estornudos de un minuto.

“La Repubblica” de Roma ha investigado y un artículo de Michele Bocci y Elena Dusi señala esta importante novedad. “Las dudas de la comunidad científica sobre la nueva enfermedad son muchos. Pero en pocos campos se ha registrado tanta confusión como sobre el uso de las mascarillas”, escriben.

Los últimos estudios de la OMS confirman que la difusión del coronavirus en el aire es más sostenida que lo que se considerada al inicio de la epidemia. “Estamos estudiando las nuevas evidencias científicas y nos preparamos a cambiar las lineas guía si es necesario” afirmó el funcionario David Heymann a la BBC de Londres.

El epidemiólogo Paolo D’Ancona asegura que la diferencia entre las gotitas y el aerosol parece académica pero no lo es para la difusión de la pandemia. Reside en la dimensión de esferas de saliva que transportan el virus. Las gotitas de saliva caen a uno o dos metros de quien las emite y caen a tierra.

En modo aerosol, en cambio, el virus transportados por minúsculas gotitas queda suspendido en el aire y puede alcanzar mayores distancias. “La Reppublica”, destaca que “en lugares con gente, como los ascensores, podría acumularse el virus si mucha gente infectada permanecieran allí”.

China han encontrado en las habitaciones de los hospitales huellas del coronavirus en los sitios de aireación.

Un sospecha macabra es que en los hospitales con pacientes sometidos a ventilación mecánica, “podría dispersarse el virus también en aerosol”, destaca el epidemiólogo D’Ancona El “New England Journal of Medicine” demostró que el virus puede resistir en aerosol hasta tres horas, aunque su cantidad se reduce a la mitad en una hora.

Una investigación del MIT, el prestigioso Massachusetts Institute of Technology, observó que el virus viaja en gotitas en aerosol que pueden arribar a 7-8 metros con un fuerte estornudo.

“La mascarilla no es una fórmula mágica que nos salva del contagio”, dijo a “La Reppublica” Marina Davoli, que dirige el Departamento de epidemiología. Por eso lo importante es la atención y la higiene. Desinfectar las mascarillas, no tocarlas en su parte externa porque puede producirse un contagio, cambiarlas. Y todo es relativo: en China han encontrado en las habitaciones de los hospitales huellas del coronavirus en los sitios de aireación.

En Italia el problema mascarillas se acentuará mucho cuando pase el actual período agudo de la epidemia y se inicie la llamada Fase2, con una reapertura parcial de la cuarentena en un período indicado como de “convivencia con el coronavirus”, que aunque esté domado en los contagios y las muertes, puede reaparecer en peligrosos brotes.

La gente usará los barbijos en las calles como nunca. Habrá nuevas recomendaciones, que incluyen seguir manteniendo las distancias de seguridad. Aparecerán nuevos modelos de barbijos y se espera que mejorará la oferta de las mascarillas, que hoy escasea. Pronto habrá nuevos descubrimientos y más recomendaciones. La pesadilla será larga.

 

Fuente: Clarín

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