Por un reparación en la vereda del Museo Histórico Sarmiento, ubicado en el barrio porteño de Belgrano, descubrieron que las baldosas octogonales de mármol eran lápidas y en alguna de ellas se pueden leer mensajes, saludos y fechas.
El hallazgo, totalmente casual, fue realizado por Luis Ambros, responsable del área de proyectos del Museo: “Alcancé a ver algo que no pude identificar. Comenzamos a sacar el material que cubría la parte de abajo de las baldosas y encontramos letras. A medida que íbamos sacando más baldosas, continuamos encontrando nombres cortados, fechas, letras sueltas”.
Si bien las inscripciones no están enteras se puede leer perfectamente: “Q.E.P.D” o “dedicamos este recuerdo”, y en algunas baldosas incluso quedó el rastro del marco de un portarretratos.
Para los especialistas se trata de un hallazgo único y sin precedentes ya que, al menos en la Ciudad de Buenos Aires, no hay registros de esta reutilización de materiales.
“Es más que obvio que hubo un reciclaje de los materiales. No se conocen antecedentes, pero esto no quiere decir que no haya en otras partes de la Ciudad. Está claro que este caso despierta curiosidad”, manifestó Rodolfo Giunta, encargado del área de investigación del Museo, al diario Clarín.
Estiman que las lápidas podrían ser del cementerio de Belgrano, pero también podrían provenir de otros lugares. “Todos los cementerios de partidos aledaños a la Ciudad, que fueron anexados en 1887, tuvieron que derivar sus restos a Chacarita. Recoleta ya existía pero quedó desbordado luego del brote de fiebre amarilla. En aquel momento se hizo una convocatoria a todas las familias para anunciar el traslado de las tumbas”, explicó Giunta.
Pero no todas las tumbas fueron mudadas ya que “algunas familias no quisieron hacerlo porque había que pagar. También había familias inhallables o muertos sin descendientes. Esas lápidas que por diferentes motivos no se trasladaron pueden haber sido reutilizadas. Y tengamos en cuenta que el mármol es un material noble y muy resistente”.