La hija de la vicepresidenta Cristina Fernández posó tapándose el rostro con la tapa del libro “De la enfermedad”. La joven continúa en Cuba realizando un tratamiento médico.
Florencia Kirchner, hija del expresidente Néstor Kirchner y la vicepresidenta Cristina Fernández, publicó en su cuenta oficial de Instagram una imagen de la tapa del libro “De la enfermedad” de la escritora británica Virginia Woolf.
Desde Cuba, donde se encuentra realizando un tratamiento médico ambulatorio, Florencia Kirchner publicó una imagen suya tapándose la cara con la tapa del libro de Woolf y escribió: “Porque es la uno. Publicó este texto en 1925 para una revista y es de los mejores que tiene de no ficción, como para subrayarlo entero”.
Luego de inaugurar hace pocos días su cuenta en la red social con una obra de George Owen Wynne Apperley y republicar una foto junto a su madre, Florencia Kirchner realizó esta mañana un posteo en el que habla sobre enfermedad a través de un texto de la escritora británica reconocida por su visión feminista en el siglo XX.
En su cuenta de Instagram – @florenciakf-, la hija de la vicepresidenta acompañó la imagen con un texto de Ángela Pérez en el prólogo de ese libro: “La transformación interior y exterior que desencadena en nosotros la enfermedad, el distanciamiento de los sanos. La pobreza del idioma para expresar el dolor físico. Las palabras dejan de fluir cuando el enfermo intenta describir el dolor”.
Entre otros de los pasajes del libro de Woolf, destacó: “El cuerpo interviene todo el día, toda la noche; se embota o se agudiza, se embellece o se marchita” / “Sin embargo, no sólo necesitamos un lenguaje nuevo más primitivo, más sensual, más obsceno, sino una nueva jerarquía de las pasiones: hay que disponer el amor a favor de los cuarenta grados de fiebre…”.
Y continuó la cita: “Hay una selva virgen en cada uno; un campo nevado en el que se desconocen incluso las huellas de los pájaros” (…) En cuanto nos vemos obligados a guardar cama o a reposar entre almohadones en un sillón y alzamos los pies unos centímetros sobre el suelo el otro, dejamos de ser soldados del ejército de los erguidos; nos convertimos en desertores”.
“Ellos marchan a la batalla -continúa la cita al texto de Woolf- Nosotros flotamos con las ramitas en la corriente; revueltos con las hojas muertas en el prado, irresponsables e indiferentes y quizá por primera vez en años capaces de mirar a nuestro alrededor, alzar la mirada y ver, por ejemplo, el cielo”.