Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos realizaron una amplia investigación en pacientes chinos con la enfermedad COVID-19 que anteriormente habían fumado tabaco o con vapeo electrónico.
Desde hace muchos años sabemos que el cigarrillo es perjudicial para la salud. Está claramente demostrado que produce enfermedades muy graves como Cáncer, EPOC, Infarto y ACV, entre otras. Pero, en los últimos años nos hemos tenido que enfrentar a nuevos desafíos: el tabaquismo y la adicción a la nicotina han resurgido en nuevos formatos, como los cigarrillos electrónicos.
“Como si esto fuera poco, la irritación continua y sostenida de la vía aérea favorece las infecciones de tipo viral como la Gripe estacional, el H1N1 y el COVID-19”, analiza el doctor Francisco Toscano Quilon, médico cardiólogo (MN 95.358) y miembro de la Fundación Cardiológica Argentina.
“Está absolutamente demostrado que fumar y/o vapear favorece la aparición y la gravedad de la Neumonía por COVID-19. Esto estaría determinado porque el tabaquismo favorece la expresión pulmonar de ciertos receptores que favorecen la unión del virus cuando entra en contacto con el tejido pulmonar.
Estudios realizados en China demostraron que los fumadores tienen 14 veces más probabilidades de evolucionar hacia la Neumonía. De la misma manera, se ha demostrado que los pacientes añosos y tabaquistas tienen mayor riesgo de sobreinfecciones bacterianas.
“Sin dudas, éste es un buen momento para dejar hábitos que dañan nuestra salud como el tabaquismo y el vapeo, no solo para protegernos sino también para proteger a los adultos mayores con los que convivimos”, concluye Toscano.
En coincidencia con el doctor Toscano y varios estudios médicos recientes, los Institutos Nacionales de Salud (NHI, por sus siglas en inglés), publicaron una revisión sistemática de importantes recientes estudios internacionales que evidencian la relación peligrosa entre fumar y el COVID-19.
“Se ha probado que fumar está asociado con un pronóstico adverso de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, con evidencia extensa que ha resaltado el impacto negativo del consumo de tabaco en la salud pulmonar y su relación causal con una gran cantidad de enfermedades respiratorias. Fumar también es perjudicial para el sistema inmunitario y su capacidad de respuesta a las infecciones, lo que hace que los fumadores sean más vulnerables a las enfermedades infecciosas.
Estudios anteriores han demostrado que los fumadores son dos veces más propensos que los no fumadores a contraer la gripe y tienen síntomas más graves. Ahora, realizamos una revisión sistemática de estudios sobre COVID-19 que incluyó información sobre el tabaquismo de los pacientes para evaluar la asociación entre fumar y los resultados de la nueva pandemia, que trate aparejada la necesidad de ventilación mecánica, la necesidad de hospitalización en unidades de cuidados intensivos (UCI) y hasta la muerte.
La búsqueda bibliográfica se realizó el 17 de marzo de 2020, utilizando dos bases de datos (PubMed, ScienceDirect), con los términos de búsqueda: [‘fumar’, ‘tabaco’, ‘factores de riesgo’, ‘fumador *’] y [‘COVID-19′, ‘COVID 19’, ‘nuevo coronavirus’, ‘sars cov-2’ y ‘sars cov 2’] e incluyeron estudios publicados en 2019 y 2020. También se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los estudios incluidos. Se recuperaron un total de 71 estudios a través de la búsqueda, de los cuales 66 se excluyeron después del examen de texto completo, dejando 5 que finalmente resultaron relevantes y fueron incluidos.
Todos los estudios se realizaron en China: cuatro en Wuhan y uno en todas las provincias de China continental. Las poblaciones en todos los estudios fueron pacientes con COVID-19, y el tamaño de la muestra varió de 41 a 1099 pacientes. Con respecto al diseño del estudio, se utilizaron métodos retrospectivos y prospectivos, y el marco temporal de los 5 estudios abarcó los primeros dos meses de la pandemia de COVID-19 (diciembre de 2019, enero de 2020).
Específicamente, el estudio Zhou analizó las características epidemiológicas de 191 individuos infectados con COVID-19. Entre ellos hubo 54 muertes, mientras que 137 sobrevivieron. Entre los que murieron, el 9% eran fumadores actuales en comparación con el 4% entre los que sobrevivieron. Del mismo modo, el estudio Zhang presentó características clínicas de 140 pacientes con COVID-19. Los resultados mostraron que entre los pacientes graves, el 3,4% eran fumadores actuales y el 6,9% eran fumadores anteriores, en contraste con los pacientes no graves, entre los cuales el 0% eran fumadores actuales y el 3,7% eran fumadores anteriores.
El estudio Huang evidenció las características epidemiológicas de COVID-19 en 41 pacientes, donde ninguno de ellos que necesitaron ser ingresados en una UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) era fumador actual. Por el contrario, tres pacientes del grupo no UCI eran fumadores actuales, sin diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos de pacientes.
En tanto el estudio Guan proporcionó la población de estudio más grande con 1099 pacientes con COVID-19 de múltiples regiones de China continental. Respecto a los resultados descriptivos sobre el tabaquismo de los 1099 pacientes, 173 tenían síntomas graves y 926 tenían síntomas no graves. Entre los pacientes con síntomas graves, el 16.9% eran fumadores actuales y el 5.2% eran exfumadores, en contraste con los pacientes con síntomas no graves, donde el 11.8% eran fumadores actuales y el 1.3% eran exfumadores.
Además, en el grupo de pacientes que necesitaban ventilación mecánica e ingreso en una UCI y que fallecieron, el 25.5% eran fumadores actuales y el 7.6% eran exfumadores. Por el contrario, en el grupo de pacientes que no tuvieron estos resultados adversos, solo el 11.8% eran fumadores actuales y el 1.6% eran exfumadores.
Finalmente, el estudio Liu encontró entre su población de 78 pacientes con COVID-19 que el grupo de resultados adversos tenía una proporción significativamente mayor de pacientes con antecedentes de tabaquismo (27.3%) que el grupo que mostró mejoría o estabilización (3.0%). En su análisis, el historial de tabaquismo fue un factor de riesgo de progresión de la enfermedad.
Como conclusión, el NIH informó que en la identificación de 5 estudios que relacionaron datos sobre el tabaquismo de pacientes infectados con COVID-19, notablemente, en el estudio más grande que evaluó la gravedad, hubo porcentajes más altos de fumadores actuales y anteriores entre los pacientes que necesitaban apoyo en la UCI, ventilación mecánica o que habían fallecido, y un mayor porcentaje de fumadores entre los casos graves.
Fuente: Radio Sudamericana