Los investigadores dicen que a pesar de parecer simple, el tradicional juego plantea complejidades útiles para la evolución del sistema. ¿Cuáles fueron los resultados de la experiencia?

Científicos de OpenAI, una organización dedicada a la investigación de inteligencia artificial (IA), divulgaron los detalles de su experimento más reciente. ¿Qué hicieron? Entrenaron a su avanzado sistema de IA con un juego a primera vista sencillo, aunque útil para sus fines: las escondidas.

El reto consistió en desarrollar diversas estrategias para ese divertimiento clásico, en este caso disputado en equipos. Eso, con el objetivo de que múltiples agentes de inteligencia artificial aprendan a actuar en forma coordinada.

No es la primera vez que este tipo de tecnologías recurren al juego para desentrañar los secretos del cerebro humano. En rigor, hay numerosos ejemplos en este terreno, tanto de OpenAI como de DeepMind (Google), por mencionar algunos casos, que usaron videogames, juegos de mesa, e incluso deportes como el fútbol para robustecer sus sistemas de IA.

¿Qué enseñan las escondidas?

Tal como podés ver en el video, OpenAI creó un entorno simulado en el que un equipo de dos jugadores tienen que encontrar a otros participantes que se apartan de su campo visual; para hacerlo son guiados por la IA de la organización. En ese universo virtual, los participantes pueden añadir elementos que bloquean la visión de sus contrincantes.

En el experimento la máquina diagramó seis estrategias y contra-estrategias para las escondidas, antes desconocidas por esta tecnología. Al igual que ocurre con títulos gamer multijugador que se emplean para entrenar entornos de inteligencia artificial, en este caso la clave también fue la coordinación.

 

 

Los especialistas explicaron que, a pesar de parecer un juego sencillo a primera vista, las escondidas plantean complejidades que requieren trabajo en equipo. Gracias a ella “la IA podría producir comportamientos extremadamente complejos e inteligentes”, señalaron.

“Encontramos comportamientos sorprendentes (…) los agentes de IA pueden aprender a usar herramientas en forma sofisticada”, celebraron los investigadores y concluyeron: “Hemos entregado evidencia de que las estrategias y habilidades relevantes para los humanos (mucho más complejas que el ambiente y la dinámica de juego) pueden emerger de la competición entre varios agentes y el uso de algoritmos de refuerzo a escala”.

Estas tecnologías tienen una ventaja a la hora de entrenarse: no se agotan y son persistentes. De hecho jugaron 500 millones de rondas a las escondidas. Con semejantes capacidades, ¿será como dijo recientemente Elon Musk, por cierto uno de los fundadores de OpenAI, que la inteligencia artificial hará que los humanos parezcamos simios?

Mientras tanto, Bowen Baker, investigador de esa organización, dijo sobre la experiencia con las escondidas: “Una vez que un equipo aprende una nueva estrategia presiona para que el otro equipo se adapte. Hay una analogía realmente interesante de cómo evolucionaron los humanos en la Tierra, donde se tenía una competencia constante entre organismos”.

En línea con los argumentos de Musk, reflexionó Baker: “Tal vez esta tecnología puedan resolver problemas que los humanos aún no conocemos”.

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